Siempre resulta interesante leer sobre Historia. El conocer la forma de vida, los acontecimientos importantes y las vicisitudes que atravesaron nuestros antepasados nos enseña mucho y nos hace conocernos más a nosotros mismos. Se puede retroceder cien años, quinientos años, mil si se quiere, y sin duda encontraremos datos y hechos sorprendentes. Hoy retrocederemos más, mucho más; a decenas y cientos de miles de años atrás, a tiempos de los cuales no hay evidencia directa o escrita y donde la Historia se junta con la Paleontología y la Antropología. Hablaremos de los neandertales, nuestros parientes más cercanos en la escaña evolutiva.
Los hombres de Neandertal, o más apropiado, los neandertales, vivieron entre 350,000 y 39,000 años atrás. Durante ese largo período, que rebasa con mucho el tiempo en que el hombre moderno ha estado en la Tierra, poblaron un muy extenso territorio, desde Europa hasta Asia. Cada vez se conoce más sobre sus características por investigaciones de diverso tipo, pero aún permanecen en el misterio datos importantes, entre ellos la causa de su extinción.
Por mucho tiempo se mantuvo la idea de que los neandertales eran filogenéticamente muy inferiores a los humanos actuales. El hecho de que las primeras osamentas petrificadas completas que se encontraron eran de individuos viejos contribuyó a esta creencia. Eran fornidos, un tanto más bajos que el hombre actual, de mandíbula y arco ocular prominentes y de cráneo más plano. El tamaño de su cerebro era similar al del hombre moderno, aunque esto no significa necesariamente que poseyera las mismas habilidades cognitivas. El estudio de su estructura cerebral, y por tanto de su potencial cognitivo y conducta, se basó por mucho tiempo en modelos hechos de los cráneos. Pero anatomía no refleja necesariamente función o capacidades. Hubo que analizar otros elementos para conocer más en este sentido. Se sabe ahora que, aunque tenían menos materia gris y blanca y que había en sus cerebros menos densidad de conexiones neuronales, no estaban tan alejados cognitivamente del Homo sapiens. Los neandertales ya tenían un hemisferio cerebral dominante, generalmente el izquierdo (lo que hay en las personas que usan con más facilidad los miembros derechos). Esto lo diferencia de los primates inferiores. Construyeron herramientas, tejieron y, muy significativamente, se adornaron con cadenas y conchas. Usaron pigmentos y dibujaron figuras y símbolos. La expresión simbólica dice bastante de su evolución cognitiva. Con respecto a si tenían un lenguaje verbal avanzado hay dudas, pero la posible presencia en el cerebro de una zona de Broca, que se infiere por el dominio de un hemisferio cerebral sobre otro, abre esa probabilidad. La interacción social fue menos compleja que la del hombre moderno lo que sí hace una diferencia fundamental.
El Homo sapiens surgió de África y desde allí comenzó a poblar la Tierra hasta sus últimos confines. Su capacidad cognitiva le hizo conquistarla. El hombre moderno y los neandertales convivieron por un tiempo. El tipo de convivencia que tuvieron, si fue hostil o pacífica, no se conoce bien. Hubo apareamiento entre ambos grupos, lo que sugiere que no debió ser hostil del todo. Los humanos actuales tenemos entre 1.5 y 2.1 por ciento de ADN neandertal.
¿Qué causó la extinción de los neandertales? No se sabe. Se pensó por bastante tiempo que la rivalidad y la supremacía del Homo sapiens fue el factor determinante. Ahora se considera que lo más probable fue una causa intrínseca. Sería muy valioso conocer qué pasó.
Médico psiquiátra