Dos fiscales, un gremio

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Carlos Calleja y Carmen Aída Lazo presentaron propuesta de reorientar fondos de gastos reservados para salud. FOTO EDH/ Cortesía.

Por Ricardo Lara

2018-12-05 8:56:22

Pareciera que la elección del Fiscal General de la República no tiene mayor trascendencia en el ejercicio de la medicina. Algunos diremos que es un tema que compete únicamente al ámbito jurídico y a la Asamblea Legislativa ser la responsable de la elección de tan alto cargo.

¿Por qué el título de este artículo? Estamos a días de tan importante elección y como gremio médico debemos no ser simples espectadores sino garantes de que la persona que sea electa cumpla sus funciones, ejerza una pronta justicia y vele por los intereses de todos los salvadoreños en la forma más honesta posible.

Siendo la medicina una profesión que se ha visto afectada directamente cuando un ex fiscal general busca más las luces de las cámaras que impartir justicia, debemos reflexionar profundamente lo sufrido por un honorable colega cuando el exfiscal Luis Martínez buscó todo el protagonismo posible acusando con la saña más perversa disfrazada de una ignorancia supina a tan distinguido colega, cometiendo delitos como es la acusación culposa. Y por el otro lado, tenemos al primer Fiscal General en la historia de El Salvador como es Douglas Meléndez que, a través de la Unidad de la Mujer de la Fiscalía, está fortaleciendo dicha institución para los abusos contra las mujeres, sea violencia laboral, acoso sexual, ceses injustificados y lo más aberrante es la alta tasa de feminicidios que vivimos.

Una mujer, antes de ser una profesional de la salud o de cualquier otro ámbito, es madre, esposa y por ende debe recibir la mayor protección que un estado pueda y debe garantizar.

Esta elección es crucial y decisiva. Tenemos dos escenarios: uno sería volver a los resabios del pasado, cuando el ex fiscal general de la República dedicó su escaso talento para beneficio propio y lucrarse a manos llenas, razón por la cual se encuentra detenido a la espera de ser condenado por su aberrante actuación, o reelegir al actual Fiscal que ha demostrado que hasta los más altos exfuncionarios no se escapan de la ley sin importar su identidad ideológica y partidaria.

Colegas, somos un gremio indistintamente de nuestras preferencias políticas, por lo que debemos levantar nuestra voz para que la persona que será el nuevo Fiscal de El Salvador sea una persona proba, ética, honorable, grande, valiente, digna.

Muchas cosas han pasado y como gremio médico hemos sido simples espectadores y en ocasiones no se ha desperdiciado oportunidad para especular sobre la conducta de nuestro gremio; creo que este es el momento de revisar nuestra historia, nuestros derechos laborales, hacer una profunda autorreflexión sobre el rumbo que el gremio médico debe tener, y tomar los ejemplos anteriores donde la vergüenza y la bajeza de un fiscal ex fiscal hizo daños en la vida de colegas mientras aparentaba ser un paladín de la justicia.

Señores diputados, si por miedo y codicia he intereses particulares se elige a una persona que no cumpla su mandato como fiscal, que sea un El Salvador sufrido quien los juzgue y los condene.

Gremio médico, la reelección de Douglas Meléndez no tiene que ver con colores ideológicos. Tiene que ver como el único Fiscal que ha reivindicado la justicia y está protegiendo a nuestro a nuestro país y nos está devolviendo la esperanza de creer que somos más los que queremos un país justo y de poco a poco limpiar la corrupción. Nosotros los médicos tenemos que ser actores en el andamiaje sociopolítico y debemos tomar un protagonismo ante elecciones trascendentales y no cuando la justicia nos la quieran aplicar por intereses políticos y muchas veces personales.

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