“El Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador condenó al ex Ministro de Obras Públicas, Jorge Nieto, a 12 años de prisión por malversación de fondos públicos de forma dolosa. Además debe devolver $12,984,953.52 en concepto de responsabilidad civil. Fue encontrado culpable por permitir que terceros se apropiaran de fondos del Estado en la construcción del tramo II del Bulevar Diego de Holguín”.
Esta condena ha causado un total repudio en la sociedad, ya que Jorge Nieto ha cimentado durante su trayectoria familiar y profesional, una reputación de persona intachable y correcta. Un profesional honrado, padre de familia, quien se desempeñó como Ministro de Trabajo, y en mala hora aceptó servir al país en el Ministerio de Obras Públicas, donde el proyecto del famoso bulevar ya se percibía complicado.
Nieto es condenado, pero los terceros que se apropiaron de fondos del Estado, como lo dice la sentencia, gozan de libertad viviendo en el extranjero. Hace nueve años el ex Ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, acusó a Jorge Nieto, presentando en la Fiscalía cientos de cajas que contenían, según él, la evidencia de su culpabilidad. Pero aunque era de todos sabido que los líos habían comenzado con David Gutiérrez, anterior titular, nunca se presentó una acusación ni se investigó su relación con los contratos de construcción del bulevar.
Los jueces señalaron que David Gutiérrez adjudicó el contrato al asocio Copreca-Linares, pese a que este no era apto para asumir la obra porque carecía de capacidad financiera, técnica y de maquinaria. ¿Qué interés tenía Gutiérrez para favorecer así a ese consorcio? ¿Y por qué a pesar de las irregularidades detectadas, el fiscal no investigó ni procesó a Gutiérrez? ¿Y por qué cuando Copreca-Linares, a pesar de los señalamientos en su contra, demandó al proceso arbitral, el Tribunal condenó al Estado a pagarle $7 millones?
La Fiscalía tampoco investigó por qué una fiscal que era parte del proceso de arbitraje fue posteriormente excluida del mismo “por órdenes superiores”, según ella misma lo declaró en el juicio. No se necesita ser abogado ni amigo de la familia Nieto para darse cuenta de que este juicio carece totalmente de transparencia. ¿Qué motivos tuvo Gerson Martínez para acusar a Jorge Nieto, pero salvando a Gutiérrez, y por qué ni el ex fiscal Martínez, actualmente en prisión, ni su sucesor Douglas Meléndez hicieron nada por investigar a Gutiérrez?
Causa indignación y vergüenza que tras un juicio tan poco transparente, debe pagar casi $13 millones, aunque en la sentencia se especifica que los beneficiados con esa cantidad fueron “los dichosos terceros” que siguen disfrutando de su estafa, y haciendo de Nieto un chivo expiatorio.
Jorge Nieto es condenado a 12 años, por $12 millones que otro se llevó, mientras Tony Saca, que confesó haberse robado $351 cumplirá una pena de 8 años. Y aunque la CEL terminó pagando a la empresa ASTALDI $108 millones por un trabajo que no estaba terminado en la represa El Chaparral, Funes y los demás involucrados no han sido capturados.
Los abogados defensores de Jorge Nieto apelarán la condena, al recibir la sentencia en firme el 20 de diciembre, y como los jueces no emitieron ningún documento escrito para ordenar la prisión provisional, Jorge Nieto debería recuperar su libertad mientras la condena no esté firme.
¿Por qué tanta saña con un hombre honrado, mientras hay tanto maleante disfrutando de una libertad inmerecida? Por el bien de Jorge Nieto y su familia y por El Salvador, esperemos que se haga justicia.
Maestra.