Diálogo político para generación de acuerdos en El Salvador

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El fondo de inversión en energía Breakthrough Energy Ventures (BEV), fundado por Gates en 2016, reúne a más de una veintena de multimillonarios de diez países distintos. / Foto Por Internet

Por Ricardo Sosa

2019-06-24 3:53:19

El diálogo ha sido y será la herramienta que deberíamos privilegiar los salvadoreños como método de resolución de diferencias, problemas y conflictos; el proceso de diálogo para lograr un acuerdo de paz en 1992 es el mayor referente, pero no el único, en diferentes momentos se han construido esfuerzos de diálogo y participación que han permitido construcciones de acuerdos como herramienta que permite generar y avanzar en democracia.

El denominado Diálogo Político de El Salvador inició en el año 2016 por solicitud del señor ex presidente Sánchez Cerén a la ONU, y quienes atendieron el llamado, y luego de un proceso de cinco etapas (inicio, preparación, instalación, desarrollo, validación-aprobación) toma forma con los partidos políticos con representación en la Asamblea Legislativa. Naciones Unidas instaló una oficina para la facilitación del Diálogo en El Salvador, conformando el denominado Grupo de Apoyo al Diálogo Político-GAP. Se conformaron mesas técnicas con la participación de los secretarios generales, expertos nacionales, delegados de cada partido político, asesores, profesionales, diputados y diputadas, para trabajar en cinco temas: 1) seguridad pública para la convivencia ciudadana, 2) desarrollo social, finanzas públicas, crecimiento económico, 3) educación para la productividad, tolerancia y la ciudadanía 4) el fortalecimiento del sistema democrático, 5) la salud publica digna, integral, universal.

Este diálogo interpartidario dio como resultado un mecanismo sin precedentes en las fuerzas políticas, con tolerancia, respeto, propuestas técnicas, visión de país, y deponiendo actitudes partidarias en beneficio de El Salvador, como también una visión de mediano y largo plazo que trascienda el actual periodo legislativo y presidencial. Por supuesto que existieron diferencias y discusiones de forma y fondo, pero hubo un espíritu de buscar y aproximarse más a los puntos que unían y generaban oportunidades para el país. Logrando sólo en el año pre electoral y en medio de la campaña presidencial que más de 120 personas, en 140 reuniones de trabajo lograran 180 compromisos interpartidarios.

La denominada “Agenda Interpartidaria para la Nación” plantea una hoja de ruta de acciones prioritarias para lograr desarrollar El Salvador y que sea equitativo, próspero, moderno, no es una ruta perfecta, ni una receta para resolver todos los problemas de larga data, pero si hay una agenda con acuerdos posibles, ejes transversales, pasos, acciones, legislación nueva y propuesta de reformas que tiene el consenso de las fuerzas políticas representadas en este momento en el congreso, y de sus secretarios generales.

Muchas gracias a todos los funcionarios y funcionarias de la Organización de las Naciones Unidas-ONU por su apoyo, acompañamiento, por facilitar y generar las condiciones para el diálogo político, a los miembros del equipo GAP, y cada uno de los participantes; ahora nos corresponde a los salvadoreños y salvadoreñas volver esta agenda una realidad, y de la voluntad política de los tomadores de decisiones impulsar y ejecutar estos compromisos. El diálogo debe continuar y ser privilegiado por todos los órganos del Estado, ministerio público, municipalidades.

Es un buen momento para fortalecer y mejorar los últimos esfuerzos de participación ciudadana como el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia-CNSCC, Consejo Nacional de Educación-CONED, Consejo Nacional de Sustentabilidad Ambiental y Vulnerabilidad, y el Consejo Económico y Social-CES, que han propiciado que la cooperación internacional respalde su ejecución de planes nacionales para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas denominada Agenda 2030, es fundamental facilitar e incluir la participación ciudadana en la solución de sus problemas como parte del Estado, y que se desarrolle como nación una inversión social extraordinaria en el territorio, para permitir e impulsar el desarrollo humano.