La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 27 de Enero como el Día Internacional del Recuerdo del Holocausto, fecha en la cual Auschwitz-Birkenau, el más notorio de todos los campos de concentración, fue “liberado” por el Ejército Rojo en 1945.
El propósito de este día es el de conmemorar a los 6 millones de judíos que murieron como víctimas del nazismo, incluyendo un millón y medio de niños, al igual que el resto de víctimas que perecieron en manos de los nazis.
Son ya 76 años desde que las tropas soviéticas entraron en Auschwitz y la gran mayoría de sobrevivientes del Holocausto ya no están más con nosotros. Recordar es humano y recordar el Holocausto es solidarizarse con sus víctimas. Cuando uno lee las memorias y los escritos de aquellas personas que tuvieron que pasar por la terrible experiencia de los campos de exterminio, se da cuenta de que una de las cosas que más temían es que aun habiendo sobrevivido, nadie les iba a creer sus historias y experiencias vividas en esos infiernos.
Tal vez la mayoría de las personas han oído hablar de los campos de concentración mas notorios —Auschwitz-Birkenau, Buchenwald, Dachau, Treblinka…—, pero esos no son los únicos campos que existieron. Cada uno de los 23 campos principales tenía sub-campos, y éstos llegan a ser más de 900. Si bien el estudio del Holocausto tiende a enfocarse en los campos principales, hay que saber que existen cientos de miles de otros sitios del Holocausto por toda Europa. La gran mayoría de estos lugares permanecen desprotegidos, desconocidos y estudiados solo por un minúsculo número de personas. Estos incluyen campos destruidos, sitios de matanzas comunes conocidos y otro tanto perdidos, fosas comunes conocidas y muchas mas ocultas. Porque al mismo tiempo que los judíos estaban siendo aniquilados sistemáticamente en las cámaras de gas o con trabajos forzados en los campos de concentración, también estaban siendo exterminados por las balas en matanzas comunes por toda la Europa Oriental, el denominado Holocausto de Balas. Cada uno de estos sitios contiene historias particulares, que, al conocerlas, encontramos directa relevancia con nuestra sociedad contemporánea.
Entonces, la necesidad de conocer la historia no puede ser subestimada, ya que entre más distantes estemos en el tiempo de aquellos eventos horríficos y entre más sobrevivientes perdemos, más desconectados estaremos con los hechos ya sea como individuos o como sociedad. La tremenda escala y la dimensión de la devastación y de la destrucción ocurrida durante el Holocausto indica que aún tenemos mucho trabajo por hacer, especialmente porque vivimos en un mundo repleto de prejuicios y desinformación. Y sabemos que aquella historia que no se estudia y no se aprende, fácilmente se vuelve a repetir.
Siendo nieta de sobrevivientes del Holocausto, es mi deber decir #YO RECUERDO, #NOSOTROS RECORDAMOS, #NUNCA JAMAS.
Para mas información, puede visitar www.ushmm.org ; www.yadvashem.org; www.un.or.