Hoy, sábado 31 de julio, estamos celebrando en el país el Día del Periodista. ¡Felicidades, entonces, a todos los comunicares sociales!
Este profesional de las Ciencias de la Comunicación es el vocero del pueblo, es el adalid de la verdad, es el portavoz de la noticia fresca y oportuna para que el pueblo entero se dé cuenta de lo que sucede en el medio; es el titán de la crónica informativa.
El periodista es amigo de la verdad, de la justicia y de la paz en aras de que haya armonía social y equilibrio entre las mentes de los gobernantes. No es enemigo de nadie, mucho menos de los policías, tal como creen algunos agentes de la PNC.
Y aunque a veces sufre descalabros de gente insensata, insultos por parte de enemigos de la verdad; expulsión a su país de origen cuando es extranjero, por Gobiernos autoritarios y hasta bofetadas de energúmenos que impiden su noble labor periodística, este titán de la noticia, pluma en ristre, recoge su nota, jubiloso, y la lleva a las páginas del periódico para decirle al pueblo en general: -Esta es la verdad.
Sucedió que el 31 de julio de 1824 fue editado el primer periódico salvadoreño, cuyo nombre era “Semanario Político Mercantil de San Salvador”.
El primer periodista salvadoreño fue el sacerdote Miguel José Castro y Lara, redactor del Semanario, defensor de la Independencia, religioso con estudios en Guatemala.
Por años fue párroco de Santiago Texacuangos, participó en la gesta libertaria de 1814 y brindó su apoyo al general Manuel José Arce como Presidente de la República Federal.
Fue el poeta Julio Escamilla Saavedra quien gestionó a la Asamblea Legislativa de aquel entonces, para que ese día fuese dedicado al comunicador social.
Ya consolidada la Independencia, luego de la lucha contra el imperio mexicano, el sacerdote doctor José Matías Delgado y Deleón, a principios de junio de 1824, adquirió una imprenta en Guatemala. Días después la imprenta llegó a San Salvador, y el pueblo la recibió con beneplácito.
Para esa compra, el padre Delgado y Deleón, cuando era obispo de San Salvador, había realizado una colecta pública. El equipo de imprenta fue entregado al sacerdote Miguel José Castro y Lara, quien lo instaló adecuadamente en el local que había ocupado la Confederación de Obreros de El Salador. El dueño de la casa era don Manuel Herrera, quien gustosamente la ofreció para tal finalidad.
Así fue como el 31 de julio de 1824 salió la primera edición del “Semanario Político Mercantil de San Salvador”.
En este periódico hebdomadario (que sale cada semana) se publicaban noticias oficiales, referencias de la actividad federal y otras noticias. Y en ocasiones podían leerse discusiones cáusticas sobre temas religiosos o políticos. Una de esas polémicas fue en defensa del padre Delgado, de los ataques por haber sido elegido obispo.
El Semanario, de cuatro a ocho páginas, salía los sábados. Era influido por periodistas mexicanos, de los cuales reproducía toda información. Además, seguía la línea de las gacetas hispanoamericanas, influenciadas por las francesas y las españolas.
En la portada, a manera de cintillo permanente, el Semanario traía este pensamiento de George Washington: “Las medidas que tengan una tendencia a disolver la unión o contribuyen a violar o degradar la Autoridad Soberana del pueblo, deberán considerarse como hostiles a la libertad e independencia de América”.
Tal como desde su fundación, en 1936, El Diario de Hoy publica el siguiente mensaje del ilustre periodista don Napoleón Viera Altamirano, cofundador de este periódico, con doña Mercedes Madriz de Altamirano: “Hay que hacer un gran pueblo en Centroamérica”. ¡Sí, señor!
Maestro, psicólogo, gramático