Nuestros pequeños héroes

En este Día del Niño, nuestros pequeños héroes no tendrán celebraciones, muchos no verán a sus amiguitos, sus familias quizás estén pasando una situación angustiosa por la crisis económica y les está afectando a ellos también. Si algo pudiera pedir yo a los poderosos de este país sería: lleguen a acuerdos, por nuestros niños

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Maxine de 30 años y Jake Young de 32 tenían problemas para tener hijos y decidieron adoptar. Después ella quedó embarazada de cuatrillizos. Foto Captura de pantalla.

Por Carmen Marón

2020-09-30 6:26:54

Durante estos meses de cuarentena y reapertura no había visto a los niños de mi vecindario. Casi todos ellos, con contadas excepciones, pasaron estos meses encerrados en sus casas, sin molestar a los vecinos, en silencio, viviendo tras las puertas y ventanas de sus casas. Y pensé que todos estos niños —y todos los demás a lo largo y ancho del territorio nacional— no vieron a sus amigos, tuvieron que ajustarse para seguir sus estudios de mil maneras distintas y se adaptaron más rápidamente que nosotros a la nueva realidad que enfrentamos. Son unos pequeños héroes.
Más allá de mi vecindario están los miles de niños de mi país, con sus realidades a veces tan diametralmente opuestas, que han vivido a la sombra de esta pandemia. Esta el niño de ciudad que tiene todas las comodidades para conectarse a clase, el niño que vive en condiciones de alto riesgo, el niño de campo que desde pequeño aprende a distribuir sus tareas escolares con las tareas agrícolas, y el niño de la costa, que aprende a pescar y a nadar como un delfín. Está el niño al que no le falta nada, y el niño al que le falta casi todo. El que es amado y el que, desafortunadamente, no lo es. El de carita morena y el de carita blanca. Todos son salvadoreños. Todos son nuestro futuro.
Escuché que un presidente de un país europeo le pidió a sus empleados que no pusieran su retrato en sus oficinas. Que, por el contrario, pusieran fotos de sus hijos para que cada decisión que tomaran, fuera pensando en el futuro que les iban a ofrecer a cada uno de ellos. Como padres siempre tenemos sueños para nuestros hijos. Como país es un pecado que no tengamos el sueño de dejarles a nuestros niños un país mejor: uno donde se inculque la importancia de la educación, de los valores, de la fe y de la democracia; uno donde nunca tengan que temer el poder expresarse, reírse, alzar la voz; uno donde puedan ser lo que sueñan ser.
En este Día del Niño, nuestros pequeños héroes no tendrán celebraciones, muchos no verán a sus amiguitos, muchos quizás estén pasando una situación angustiosa en sus familias por la crisis económica y les está afectando a ellos también. Si algo pudiera pedir yo a los poderosos de este país sería: lleguen a acuerdos, por nuestros niños; construyan puentes que creen paz y justicia para su futuro. Y, sobre todo, de verdad denles un país en el cual se quieran quedar, un país económicamente solvente y políticamente estable, pues cada centavo que se invierte en ellos es dinero bien utilizado para el futuro. Un país en paz es lo menos que se merecen. Los intereses personales sobran.
¡Feliz Día del Niño a nuestros pequeños héroes del campo y la ciudad! Que El Salvador siempre tenga sus hogares queridos; que por siempre puedan vivir en libertad bajo nuestros cielos de púrpura y oro…

Educadora, especialista en Mercadeo
con Estudios de Políticas Públicas