Día del Médico de 2020

Este 14 de julio hay poco que celebrar con fiestas o cohetería, porque estamos de luto; pero en el Cielo, los ángeles sí celebran la entrega y el valor de aquellos que un día prometieron darlo todo por sus pacientes; y hoy lo hicieron

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La higiene es básica para conservar la salud de los pies. FOTO EDH/SHUTTERSTOCK

Por José Miguel Fortín Magaña

2020-07-13 10:24:07

Primum Non Nocere… con esa frase en latín, Primero no hacer daño, los médicos recuerdan el juramento que hicieron para arriesgar su vida por salvar otras, y anteponer el bienestar ajeno antes que el propio. Esta locución es uno de los principales preceptos que a todo estudiante de medicina se le enseña y que ha de practicar mientras viva; y muchos galenos, por eso precisamente, han dejado su existencia atendiendo a sus pacientes.
En El Salvador se celebra el Día del Médico el 14 de julio, desde 1968, cuando el primer Órgano del Estado, la Asamblea Legislativa, lo decretó en recuerdo de la fundación del Colegio de Médicos, esa misma fecha, pero de 1943 a iniciativa del doctor Arturo Romero y otros 20 colegas.
La medicina es desde siempre una hermandad, recogida en los preceptos del Juramento Hipocrático; y a diferencia de otras artes, los médicos sabemos defendernos, así nos ataque un extraño cualquiera o el presidente de la República; y eso debe saberlo muy bien cualquier político que pretenda instrumentalizar a la profesión.
Por ello no podemos olvidar que ha habido traidores a la medicina que se han plegado a los dictadores, como el caso de Joseph Mengele, quien sirvió a Hitler o Radovan Karadži?, genocida del pueblo bosnio; pero más allá del grupúsculo aferrado al servicio de los opresores, los médicos se deben a sus pacientes y por ellos han dado frecuentemente todo.
Hoy El Salvador está de luto por una pandemia manejada desde el inicio sin un criterio científico, y por políticos inescrupulosos que se han atrincherado acaparando todas las medicinas e instrumentos, incluyendo trajes de bioseguridad y equipo; en tanto han dejado a su suerte al personal de salud, inclusive sin mascarillas y transportándose muchas veces como ganado en camiones, puesto que tampoco le han dado los medios para desplazarse.
Son tan torpes estos actores, que a este momento siguen pensando que solo una cuarentena total y sin diseño técnico es la solución, mientras el desabastecimiento de los hospitales es dantesco y los médicos deben llorar al ver cómo sus pacientes mueren, muchas veces por no tener lo más elemental, como el oxígeno.
Medicamentos importantísimos como el Tocilizumab fueron comprados por el ISSS hace unas semanas y al día siguiente aparentemente habían sido retirados y hoy se encuentran retenidos quién sabe por quién y con qué propósito. Las camas que tanta falta hacen a ese mismo Instituto fueron “prestadas” para equipar otro nosocomio, y el sindicato de médicos del Hospital Rosales ha denunciado que están desabasteciendo ese insigne centro, para equipar otros sitios. En la más elemental lógica, si uno tiene 10 manzanas y las cambia de mano, sigue teniendo las mismas 10 y éstas no han aumentado por el simple hecho de cambiarlas de sitio; pero además, si se desabastece un centro hospitalario, se estará condenando a los usuarios de ese hospital.
La improvisación y el manejo mediático, no técnico, son los responsables de la situación actual de la pandemia, aunque se quiera responsabilizar a otros de la catástrofe. La corrupción, que ha llevado a comprar insumos a un precio mucho mayor que el debido, incluyendo en esos actos a ministros y pre candidatos, son los causantes de la quiebra del país; y hoy a un año de la última elección podemos suponer que éstos no son los “mismos de siempre” como dijeron, sino que son los peores de todos.
Mientras tanto, los médicos ofrendan sus vidas sin protección; y el seguro de vida propuesto por la Asamblea fue originalmente vetado por aquel que los llama héroes pero que los trata como carne de cañón, porque no entiende el sacrificio que están haciendo los médicos y enfermeros en una primera línea.
Este 14 de julio hay poco que celebrar con fiestas o cohetería, porque estamos de luto; pero en el Cielo, los ángeles sí celebran la entrega y el valor de aquellos que un día prometieron darlo todo por sus pacientes; y hoy lo hicieron. ¡Dios los bendiga, colegas!

Médico Siquiatra.