Otra increíble ridiculez

Finalmente, dejemos de estar comportándonos como bichos malcriados, echando las culpas a otros por nuestro subdesarrollo.

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El legislador británico conservador David Amess fue asesinado el viernes después de ser apuñalado "varias veces" en un evento en el sureste de Inglaterra. Foto AFP

Por María Alicia de López Andreu

2021-10-15 8:23:27

La “nueva” Asamblea, propiedad del Confeso Dictador, tuvo la ideota de eliminar la conmemoración que, cada 12 de octubre, conocimos desde niños como Día de la Raza y, posteriormente, también como Día de la Hispanidad.
Explicaciones: “No hay nada que celebrar el 12 de octubre, fue una matanza, es un capítulo muy triste para nuestra historia”, dijo Suecy Callejas. Christian Guevara asumió lo mismo, reconociendo fervientemente sus raíces indígenas, merecedoras de ser dignificadas. Rebeca Santos declaró que la Comisión de Justicia y Derechos Humanos trabaja en una ley que honrará a las comunidades indígenas “por muchos años olvidadas”.
Con 64 votos pertenecientes al Confeso Dictador y otros 6 que comparten la nefasta actitud de culpar de nuestros problemas a Cristóbal Colón y a los Reyes Católicos, fue aprobada tal moción. Consideran que en estos 529 años, transcurridos desde aquel 12/10/1492 hasta estas fechas, no hemos alcanzado el desarrollo necesario para solventar nuestros problemas, porque los españoles llegaron a estas tierras, nos mataron, nos robaron, nos enfermaron y se apoderaron (parcialmente, porque dejaron bastante) de nuestras riquezas, con tremenda violencia. Cierto: luchamos, también matamos, perdimos y nos costó sangre, dolor y lágrimas. Y adquirimos, en el proceso, una cultura común, un riquísimo lenguaje y, lo más valioso para los creyentes: recibimos una religión que es un auxilio para esta vida y un pasaporte para la otra. Engrosamos, fortalecimos nuestras raíces.
Debemos estar conscientes de nuestra sangre indígena; enfoquémonos, entonces, en ser mejores cada día, para dignificar nuestro origen. Es loable que el Estado apoye a quienes han conservado, sin mezcla (¿?) su sangre indígena. Merecen toda la atención y todas las oportunidades, igual que todos los salvadoreños. Pero ¿en qué les ayuda el borrar olímpicamente una conmemoración histórica universal? Para quienes, además de sangre indígena llevamos en las venas sangre de inmigrantes, es un absurdo ridículo. La inmensa mayoría somos mestizos y, con esas pensadas, cometen la barbaridad de socavar nuestras raíces.
¡Ah!, pero es que para “hacer historia” requieren borrar todo lo ocurrido antes de que el Confeso Dictador llegara al poder. Incluso, el Descubrimiento de América.
Con nuestra sangre criolla se mezcló sangre de esclavos negros y, posteriormente, debido a diversas emigraciones, llegaron a El Salvador palestinos, europeos de diferentes naciones, judíos, orientales, árabes y más españoles, que siempre fueron recibidos con respeto, cariño y agradecimiento. Al mezclarse con los criollos, ellos no renunciaron a sus raíces, sino que nos enriquecieron con mayor educación y cultura. Consecuencia del 12/10/1492.
Los diputados deben dignificar a nuestros indígenas estableciendo una fecha especial para honrarles y dar a conocer más ampliamente su cultura y sus logros. Apoyo con entusiasmo que así sea, pero no deben privarnos a los demás de una fecha tan especial. Si los indígenas se ofenden por esa celebración, el Estado debe ayudarles a superar ese paralizante resentimiento y, además, enseñarles a aprovechar en su beneficio todo lo que la Civilización Occidental aporta. Y todos, finalmente, dejemos de estar comportándonos como bichos malcriados, echando las culpas a otros por nuestro subdesarrollo.
Mientras, el Confeso Dictador sueña con reelección, hospitales para mascotas, satélites tan modernos y eficientes como el chivowallet y una constitución a su medida, mintiendo imparablemente sobre sus inexistentes éxitos. Nosotros sigamos conmemorando el 12/10/1492, el 15/09/1821, el 16/01/1992, el 15/10/2021 y, marchando mañana, hagamos inolvidable el 17/10/2021.

Empresaria.