No debería haber solo una fecha para celebrar el Día Internacional de la Mujer #8M ¡Todos los días son sus días! Debo recalcar que cada mujer merece muchísimo más que un simple artículo pero debo remitirme a las valientes mujeres, sí, a esas mujeres que dejando una huella de sangre fría, dignidad y valor fueron capaces de entrar a la contienda electoral y sortear toda clase de imprevistos, abrirse paso entre una muchedumbre que a ratos pedían su cabeza y ni eso hizo mella en sus bravos corazones.
Ustedes han sentado un precedente inimaginable mientras muchos no fueron capaces de entender el mensaje del elector y que muchos diputados prefirieron el silencio y el anonimato, acomodándose a la suerte del voto, siempre buscando los primeros lugares en vez de apartarse y dar un paso a un lado y permitir que su brillantez, preparación notoria, deseos de servir al país fueran los calificativos que debieron ocupar los curules en los próximos tres años, pero no fue así.
Ustedes con su valentía demostraron cuán adelante están de nosotros; lucharon palmo a palmo contra lo desconocido, contra un poder que no perdía un segundo en querer denigrarlas, ofenderlas, maltratarlas y cuán equivocados estaban pues la determinación y gallardía de ustedes quedó de sobra demostrada.
Todas las que participaron en las pasadas elecciones fueron unas guerreras bravías cuya fortaleza se manifestó al mostrar una solidaridad nunca antes vista con su país; en esa unión vapulearon estamentos de una sociedad cada día mas descompuesta y sin rumbo. Su frescura y belleza dieron una cátedra de dignidad a propios y extraños, demostrando que la mujer salvadoreña es única, es un referente de fuerza, coraje y de sabiduría.
Deben saber cada una de las candidatas a diputadas y a otros puestos de elección popular que si no fueron electas no es porque su paso por la política estaba equivocado, sino simplemente porque no las merecemos, son demasiado mujeres. Gracias a cada una de ustedes que fueron una luz y dejan la senda que deben continuar y ayudar para que otras mujeres sigan sus pasos, lucharon limpio, desearon un país justo, fraterno, solidario donde cada salvadoreño pueda sentir ese orgullo de ser salvadoreños. Son ustedes las ganadoras de esta contienda electoral, no hay más ganadores que ustedes.
Botaron paredes de odio, de misoginia, de desprecio para demostrar que no le temen a nada y que los temerosos son otros, un país que no supo valorar a tan dignas ciudadanas; ustedes pueden estar tranquilas, nada las amilana, nada las amedrenta a diferencia de los actuales diputados y los que están por venir; qué honor ser representados por compatriotas que deseaban crear las bases de un El Salvador diferente, de un país donde nuestros sueños se hagan realidades y no pesadillas.
Somos un país con poca memoria y todo es cosa del pasado; sin embargo, con ustedes las cosas son diferentes. Cada una de ustedes representa a aquella apasionada maestra que labora en un lejano cantón, a una enfermera y a una médico que da la vida por sus pacientes, a una abnegada vendedora de comida que enciende el fogón desde las tres de la mañana para el sustento poder llevar a casa ¡Esas son ustedes! Nuevamente les repito: El Salvador las necesita desde ya en una sociedad civil organizada para que la brillantez y el valor dirijan al país, nos conformamos con la nada cuando con ustedes teníamos, tenemos y tendremos el todo. Gracias a Michell Ramírez, Sulen Ayala, Leonor Selva, Aída Betancourt, Alicia Miranda, Vanessa Calderón, Adela Lemus, Karla Moncada, Daniela Genovez, Bertha de León, Mirella de Wollants y a cada una de las mujeres que participaron en las pasadas elecciones regalándonos lecciones de grandeza donde nunca, nunca hubo un paso hacia atrás, sino que crecían día a día y día a día su objetivo no era una asamblea legislativa sino un mejor país. No hay duda de que como sociedad nos falta aprender tanto, retomar la moral, civismo, honor y responsabilidad la esperanza vendrá de ustedes, las mujeres salvadoreñas que con su garra y ese amor por una patria mejor han escrito una página como nunca se había escrito en la historia de El Salvador.
Lamentablemente como sociedad perdimos una gran oportunidad de conocer y ser conducidos por lo mejor de un país pero están más que listas para reinventarse desde la sociedad civil y organizarse como nunca para defender lo que nos queda de Democracia, Estado de Derecho y libertad de expresión, la cual, cuando se empiece a perder, se empezará a conocer lo que estamos perdiendo. Adelante pues tienen mucho que enseñarnos y mucho por dar.
Médico.