Las familias no cesan de buscar, aun en pandemia

Hay que reconocer que todavía se debe hacer más. Uno de los grandes retos ha sido que las instituciones acompañen a las familias y dispongan de un canal de comunicación efectivo que permita dar a conocer los avances de las averiguaciones.

descripción de la imagen
Falleció Hugo Ottensen, exgloria de Alianza. / Foto: Captura de imagen de Youtube.

Por David Quesne

2020-08-29 6:29:33

El coronavirus nos ha obligado a adaptarnos a nuevas rutinas, entre ellas, adecuar nuestras vidas a las vivencias virtuales. Muchos han encontrado con esta medida temporal, a falta de una cura para la enfermedad, un consuelo. Un alivio para poder retomar planes, proyectos y sobre todo para “estar” cerca de sus seres queridos. Para otros, esperar, vivir los días detrás de una computadora o un celular los ha limitado a buscar. Este es el caso de algunas familias de El Salvador que enfrentan la desaparición de un ser querido.

La búsqueda se ha dificultado para las madres, padres, hijos, hermanos que sufren la ausencia de una familiar desaparecido. La pandemia obligó a que muchos Estados dispusieran de medidas de emergencia ante el COVID-19. El Salvador, por ejemplo, guardó por tres meses una cuarentena domiciliar obligatoria y mantuvo restricciones de movilidad que limitaron la circulación de los ciudadanos en fechas específicas. Estas soluciones, frente a la urgencia de preservar la salud colectiva, implicaron una pausa dolorosa para las familias que indagan, buscan en las calles, insisten en las oficinas fiscales, policiales o llegan a la morgue para saber si alguien con las características de su familiar apareció.

La presencia imborrable de su ser querido y la insistencia por nueva información les ayudan a los familiares a lidiar con la incertidumbre de saber: ¿qué pasó?, ¿dónde está?, ¿cómo está?

En las conmemoraciones por el Día Internacional de los Desaparecidos, este año el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) presenta una campaña para rendir homenaje  a la persistencia en la búsqueda de los familiares y acompañarlos en estos tiempos. En una alianza con Playing for Change, publicará hoy un video musical con la participación de más de 15 músicos de América Latina, incluido El Salvador. También facilitamos el intercambio de mensajes de apoyo entre familiares de personas desaparecidas no solo de El Salvador sino también de Guatemala, Perú, México, Colombia, Honduras y Brasil. Cada uno de ellos describe cómo ha sido buscar durante la pandemia.

Los relatos de los familiares resaltan que, a pesar del encierro, anhelan seguir buscando. Destacan cómo sus procesos judiciales, acompañamientos psicosociales, grupos de apoyos -creados por comités de familiares- han tenido que ser suspendidos. También cuentan cómo ha sido viajar y corroborar que las oficinas de búsqueda aún se mantienen cerradas y lo difícil que ha sido no poder abrazar, consolar, visitar a compañeras o compañeros con quienes comparten este dolor.

A pesar de las dificultades que enfrentan, hay mucha resiliencia en las familias. Es admirable ver cómo el dolor no los detiene, sino que los mueve, solidariza y crea puentes. Vínculos para no desistir y crear, en medio de la desesperación, nuevas formas que les permitan seguir buscando y lograr el ansiado reencuentro.

En este camino por atender las necesidades de búsquedas de las familias, El Salvador ha dado algunos pasos importantes como la creación de la Unidad Especializada de Personas Desaparecidas, implementación del Protocolo de Acción Urgente y Estrategia de Búsqueda (PAU) y reforma al Código Penal que incluye como delito “la desaparición de personas” en su artículo 148-A.

Hay que reconocer que todavía se debe hacer más. Uno de los grandes retos ha sido que las instituciones acompañen a las familias y dispongan de un canal de comunicación efectivo que permita dar a conocer los avances de las averiguaciones. Tampoco hay que olvidar que las familias necesitan ser reconocidas como víctimas. Por esta razón, el Estado debe crear una normativa que dé pie a mecanismos de búsqueda, reconocimientos de derechos y la definición de los bienes de personas desaparecidas. Debemos resaltar que aclarar el destino de las personas desaparecidas sigue siendo una prioridad. En esta fecha tan importante, 30 de agosto, Día Internacional de las Personas Desaparecidas, enfatizamos que aclarar el destino de las personas que se desconoce su paradero sigue siendo una prioridad y, reconocemos el esfuerzo de todas las familias por estar, mantenerse y no  desistir. Es su lucha, su persistencia, la que impulsa el trabajo humanitario del CICR en El Salvador y en otras partes de la región. Las familias no dejarán de buscar, aún en tiempos de pandemia, ni nosotros de acompañarlas.

Jefe de misión del CICR en El Salvador