Tribunal Europeo condena a Rusia por envenenar a disidente

Los dictadores, se trate de las narcodictaduras en nuestro Hemisferio ( Cuba, Nicaragua, Venezuela ) o en el resto del mundo, no se afligen por condenas simbólicas, sanciones diplomáticas, corte de ayudas

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Christian Guevara, jefe de fracción de Nuevas Ideas, ha protagonizado el más reciente ataque al periodismo en El Salvador. Foto EDH / Archivo

Por El Diario de Hoy

2021-09-28 8:35:39

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró a Rusia “responsable” del asesinato del exespía y opositor Alexander Litvinenko, envenenado con polonio 210 en 2006, en el Reino Unido, informó el servicio de radiodifusión alemán Deutsche Welle.
Tal determinación, sin embargo, no hace mella en el régimen, que lo niega y cuya más reciente fechoría es tener encarcelado a Alekséi Navalny, a quien agentes de la KGB (ahora con otro nombre) envenenaron, conjura descubierta por el gobierno alemán que trasladó a Navalny a Berlín para salvarle a vida.
Al volver a Rusia, Navalny fue detenido bajo la acusación de no haberse presentado al tribunal de vigilancia, no valiendo para nada el que tanto Navalny como el gobierno alemán hicieran ver que eso era imposible pues en esas fechas estaba hospitalizado.
Los dictadores, se trate de las narcodictaduras en nuestro Hemisferio ( Cuba, Nicaragua, Venezuela ) o en el resto del mundo, no se afligen por condenas simbólicas, sanciones diplomáticas, corte de ayudas, lo que, en este último caso perjudica a la población más vulnerable, no a las argollas en el poder, como está sucediendo actualmente en Afganistán: el espectro de una hambruna ha ya comenzado a golpear gravemente al país, a lo que se suma el virtual colapso de los servicios asistenciales.
Pero los enloquecidos talibanes, mentes podridas por satánicas supersticiones, literalmente “no dan su brazo a torcer”; que se hunda el país pero ellos no alteran su ruta al abismo.
Los talibanes prohíben la música, el color, la alegría, ver programas extranjeros, comunicarse con otros al exterior, ejercer de periodistas, como se demostró con la brutal golpiza que le propinaron a dos jóvenes reporteros que cubrían una manifestación en Kabul.
Un joven en Pakistán, “hincha” del equipo de Barcelona, equipo al que tan mal le va en estos momentos después de la zarandeada que les dio el Bayern-Munich, cuenta haber sido reprendido porque “en vez de estudiar el Corán, perdía su tiempo en asuntos intrascendentes...”, en lo que contraría lo que son teocracias.
El color, la alegría, la música se persiguen en esas teocracias como también eran anatema bajo el estalinismo y son muy mal vistos, sino perseguidos en la China de hoy y no digamos en Corea del Norte.
En una visita que quien esto escribe hizo a la entonces Alemania del Este, la comunista, encontró que en los dispensarios estatales —donde daban a la gente lo que el régimen disponía, mendrugos y artículos desfasados como en Cuba— lo que más saltaba a la vista era la ausencia de color, propaganda de productos, envases vistosos, como puede verse en cualquier pequeña tienda en el más remoto rincón de nuestra saqueada tierra.
La mayor industria en este país es el desplume sin límite de la nación perpetrado por el régimen...

Las hambrunas son consecuencia de nefastos regímenes políticos

Las hambrunas en nuestro tiempo son la consecuencia de erradas políticas, regímenes enloquecidos, de la llamada “ingeniería social” que ve al hombre como pieza en un tablero, a lo que se agrega lo que un comunista chino hace muchos años aconsejó a los castristas: el hambre es un instrumento de dominio, pues un pueblo que está forzado a hacer fila por horas para conseguir mendrugos no tiene ni tiempo ni aliento para “conspirar”. Como mutatis mutandis sucede en este país con las políticas económicas del régimen: más y más personas y familias han caído en la pobreza, contrastando con la riqueza que sus allegados han venido acumulando.
Actualmente más y más países, aun los democráticos, empiezan a enfrentar carestías, un fenómeno que se da en Inglaterra como resultado del Brexit, la disparatada política de Boris Johnson...