Fueron ilustres porque dejaron una huella inmarcesible en la cultura y la educación nacionales; porque sus palabras hicieron eco en la conciencia de los salvadoreños que amamos la cultura. Lo fueron porque su pensamiento y sus ideas contribuyeron a fortalecer el espíritu de la Patria, en aras de un país próspero y feliz.
Entre esos hombres ilustres podemos mencionar a don Napoleón Viera Altamirano, personaje distinguido del periodismo nacional, cofundador de EL DIARIO DE HOY, con su esposa, doña Mercedes Madriz de Altamirano. Sus editoriales reflejan solidaridad, humanitarismo, confraternidad, optimismo, unión entre los pueblos, fe y esperanza en un mundo mejor. Su frase lapidaria de “Hay que hacer de Centroamérica un pueblo, una sola nación” ejemplifica el pensamiento unionista de este ilustre salvadoreño.
Don Rodolfo Dutriz, fundador de La Prensa Gráfica, brillante periodista, cuyas palabras “La principal misión del periodista es decirle al pueblo la verdad y su más imperiosa necesidad es lograr ser independiente” representan el estandarte de la verdad, que se levanta al Cielo y ondea como diciéndole al pueblo salvadoreño: “Solamente la verdad os hará libres”.
Don Juan José Borja Nathan, fundador de Diario El Mundo en 1967, con su lema “Tu Diario libre y objetivo” propugna por la libertad de prensa y por la objetividad de noticias frescas y oportunas, y denota una familiaridad con el pueblo salvadoreño, augurándole confianza, fe y esperanza.
Don Miguel Pinto, fundador de Diario Latino, el periódico más antiguo de El Salvador. Su línea editorial fue de izquierda combativa, en pro de la justicia social, de la democracia y de un país libre, independiente y sin ataduras.
El doctor César Augusto Calderón, fundador y rector de la USAM, culto abogado, poeta y escritor, jurisconsulto de renombre en el país.
Él, además de amante de la cultura literaria, también amaba la música y componía canciones románticas que llegaban al alma. Todos sus discursos de graduación de alumnos los recopiló en un libro, dejando así una huella inmarcesible en la historia cultural de la Universidad.
El doctor Alfredo Martínez Moreno, figura mayestática en el gremio de abogados de El Salvador. Jurisconsulto internacionalista. Excelente amigo, calmado, parsimonioso, de gesto humilde; pero cuanto se trataba de hacer justicia, entonces su voz resonaba en todo el ámbito nacional, como un eco a favor de la libertad, de la auténtica democracia, en aras de la paz y la justicia sociales. Escribió varios libros de cultura y de temas de Derecho internacional.
El doctor René Fortín Magaña, destacado abogado de la República, fue Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador y Director de la Academia Salvadoreña de la Lengua. Excelente persona, sincero, campechano y fiel amigo. Escribió libros de poemas y de temas biográficos interesantes.
¡Loor a estos grandes hombres de la Patria! Ellos precisamente hicieron Patria, tanto, con sus obras escritas, como con elocuentes discursos a favor de la democracia, de la justicia y de la paz. Imitemos, entonces su gesto, siguiendo sus pasos de fe, de optimismo y de libertad. ¡Sí, señor!
Maestro, psicólogo, gramático.