Dentro del aula

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El entrenador de la selección de El Salvador, Carlos de Los Cobos. Foto/EFE

Por Carlos Mayora Re

2019-06-22 9:38:23

En estos días hemos celebrado el día del maestro. Una buena ocasión para pensar un poco acerca de uno de los temas clave para el desarrollo: la educación.

Se ha escrito bastante, e investigado más, acerca de los factores que influyen en el rendimiento académico de los estudiantes. Como no podría ser de otro modo, los países con una educación deficiente, intentan ver otras naciones exitosas para aprender de su experiencia, y reconocer las buenas prácticas que podrían ayudarles a salir del hoyo.

Uno de los temas recurrentes es el porcentaje del PIB que se dedica al rubro educativo; un dato que, lógicamente, tiende a hacer pensar que cuanto mayor sea, mejores serán los resultados alcanzados. Sin embargo, se ha encontrado que en la relación entre gasto público por estudiante y rendimiento académico, el cuánto resulta bastante menos importante que el dónde se invierte.

En la mayoría de países, el rendimiento académico no mejora únicamente por el incremento del gasto, ni por la optimización de la razón profesores-alumnos, ni por la reducción del tamaño del grupo de alumnos en las aulas. Lo que resulta más incidente es que quienes administran esos recursos, se enfoquen en mejorar el aprendizaje de los alumnos y la profesionalidad de los maestros; es decir, dedicarlos a lo que de verdad importa: formación del profesorado, garantía de un mínimo de condiciones físicas en las escuelas, material educativo, etc.

Mientras el uso del dinero responda a un esquema de pirámide invertida: mucho para las autoridades y burócratas, y poco para los maestros, aumentar el gasto público no incide en la calidad de la educación.

Otro tema es que más que los sueldos de los profesores, lo que es determinante para mejorar la educación de un país es su calidad. No las condiciones del “profesorado” en general, sino el cuidado de la idoneidad y preparación de cada uno y de cada una de los educadores. Esto, que parece de sentido común, no suele serlo tanto en países en desarrollo, que dedican grandes cantidades de dinero al “alto mando” y se olvidan de los “soldados” de trinchera. Y así, se invierten los dineros en estudios técnicos, reformas legales, programas “exitosos”, mientras se deja sin atención el trabajo en el aula de los educadores.

La tercera cualidad, es que la ley de oferta y demanda funciona también en el ámbito educativo. De hecho, un sólido sector privado beneficia a toda la sociedad. No sólo porque la educación privada obtiene mejores resultados que la pública, sino porque en un país organizado, ante una escuela privada extendida y asequible -inclusiva-, la educación pública se ve impelida a mejorar para captar alumnos, pues se llega a sentir “presionada” por el resto de colegios a hacer un buen trabajo.

Además, para evitar que la educación privada sea exclusiva y elitista, en algunos países los niños con potencial que provienen de familias de escasos recursos económicos, reciben apoyo financiero por parte del Estado para que puedan optar por educación privada, de modo que la conjunción de los mejores alumnos con las mejores escuelas, termina por producir los mejores resultados.

Otro factor muy importante es la rendición de cuentas. En los países exitosos, los resultados de los exámenes como la PAES sirven para algo… Concretamente, se utilizan para incentivar a seguir haciendo bien su trabajo a los centros educativos públicos (y consecuentemente a los directores y profesores), y lograr una sinergia benéfica en todo el sistema.

A modo de resumen: en los países exitosos, las autoridades educativas no se enfocan en lo que hay fuera de las aulas (leyes, reglamentos, estructuras), sino en lo que sucede dentro de ellas: calidad de las clases, disciplina, utilización de recursos… y por encima de todos estos factores, la formación y capacitación de los maestros.

En la mayoría de países, el rendimiento académico no mejora únicamente por el incremento del gasto, ni por la optimización de la razón profesores – alumnos…

Ingeniero @carlosmayorare