La supremacía constitucional exige a TODAS las autoridades cumplir con los mandatos constitucionales.
El artículo 167 numeral 2° de la Constitución obliga al Consejo de Ministros a elaborar el plan general del gobierno, mandato que se justifica aún más en el actual momento de aguda crisis.
Hemos llegado al máximo nivel del absurdo político nacional.
La emergencia progresa dramáticamente mientras la confrontación es la receta gubernamental que hace descender la crisis pandémica y la crisis económica a niveles de destrucción social que vuelve calamitosa la condición fiscal, fuente de soluciones. Y el GOES sigue dando palos de ciego con improvisación que tendrá que degenerar en autoritarismo, antesala de las dictaduras.
En los últimos días el tema central ha sido la reapertura económica, porque ante la evidente penuria ciudadana aquélla está siendo manipulada como si fuera juego de azar ¿abro o no?. Abro pero postergo, porque las condiciones pandémicas persisten.- Y el resultado es que el daño va en ascenso social.
¿Qué falta? PLANIFICACIÓN. Plan de gobierno pandémico y post-pandémico.
Todos los salvadoreños menos los actores políticos estamos seguros que la salud del país debe recuperarse y que nuestra economía debe sobrevivir.
Este es EL RETO, que exige sabiduría práctica para crear voluntad política y desbloqueo auditivo, que no surgirá nunca de la confrontación.
Cuando reclamamos UN PLAN DE GOBIERNO que disminuya el contagio y también abra rutas de caminos a seguir en cada actividad es porque el ciudadano está hastiado de la improvisación irresponsable, busca salir de la confusión y saber hacia a dónde va el país. Esto sólo lo dará UN PLAN DE GOBIERNO, el que además exige la Constitución.
El “silencio del gobierno” crea un vacío que transciende a la desobediencia perversa y dañosa del Consejo de Ministros, rebeldía inconstitucional que después de 12 meses es ya exigible a través del mecanismo de control constitucional que descansa en manos de la Sala de lo Constitucional, quien tiene la facultad de ordenar al Consejo de Ministros cumplir con el mandato Constitucional; y, siguiendo los principios de lógica y razonabilidad temporal dentro de un plazo breve pero razonable para su cumplimiento.
Tal es mi solicitud ya presentada a la Sala de lo Constitucional el 11 de marzo del 2020 (Inconstitucionalidad 19/2020), lo cual tiene ya casi 150 días pendiente de admisión.
La falta de admisión o rechazo de la Sala de lo Constitucional después de 5 meses cohonesta el incumplimiento rebelde del Consejo de Ministros. El Juez tiempo está decidiendo en contra de la Justicia Constitucional y del pueblo confundido por la improvisación del Gobierno, peor aún, condenado por la total ceguera gubernamental y las caras ocurrencias bukelianas, a vivir con un horizonte muy engañoso, cuando todos queremos hacer algo y sabemos que hacer, por ejemplo:
Corregir costumbres
Conseguir herramientas
Diseñar estrategias
Crear modelos
En síntesis: UN PLAN DE GOBIERNO que nos permita subirnos al tren de salvación que todos estamos dispuestos a abordar, con o SIN BUKELE, siguiendo el ejemplo de algunos Municipios creativos que buscan soluciones científicas para la pandemia fuera de la esfera gubernamental.
Son muchas las voces ya y sugerencias de los pasos que se deben dar para la reapertura y no hay muestra alguna del sector gobierno que tenga intención de escuchar a alguien, mejor calificado que el sector gubernamental volviendo difícil desde esa diferencia reconstruir.
El momento es AHORA, la ciudadanía tiene la palabra.
Rescatemos nuestro país, desde nuestro metro cuadrado de responsabilidad.
Abogado.