Decretos, elotes locos y vacunas

Estoy de acuerdo con que no es momento para aglomeraciones, pero afinemos la ley para fomentar la vacunación, sin descuidar la transparencia y el bienestar económico de los salvadoreños

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La fachada de la mansión Versace en Miami Beach capturada el 15 de julio de 1997 tras el asesinato del diseñador. Foto: AFP

Por Carmen Marón

2021-07-15 6:29:21

Con el último decreto transitorio, debo admitir que le doy la razón al gobierno en dos puntos, aunque me preocupa que su período de validez excede el establecido por la Constitución y que habla de mítines fuera del contexto electoral. Primero, no es momento de fiestas patronales, no del nivel que se nos vienen encima, a menos que haya mecanismos de control Y AUTO-REGULACIÓN por parte de la población. Pero, me dirán, siguen los bares abiertos, los restaurantes, los centros comerciales, las iglesias. Es correcto, pero los niveles de concentración de personas no son los mismos, al igual que las medidas de seguridad. Como salvadoreños parece que no hemos entendido que la pandemia no ha terminado. Y mantener las medidas de bio-seguridad es parte del respeto al prójimo, a nuestra misma familia, incluso.
La segunda cosa en que debo darle la razón al gobierno es en la campaña de vacunación y el hecho que muchos aún no se vacunan. Sinceramente, no entiendo cómo todavía me puede decir gente educada que la vacuna mete líquidos con campos magnéticos o va a modificar el ADN. Hay cuatro vacunas y hay que admitir que la compra de Sinovac si fue una ayuda enorme a agilizar el proceso. ¿Es verdaderamente tan difícil entender que vacunarse es cuestión de conciencia ciudadana? ¿Es verdaderamente tan difícil comprender que la única vacuna mala es la que no se pone?
Dicho esto, queda un tema que nadie discute. No, no es la IAIP ni el Bitcoin ,sino, ¿que vamos a hacer para que las personas que viven de las vacaciones de agosto no pierdan su inversión: los vendedores informales, los artistas, los de las flores de la “Bajada”? ¿Alguien ha pensado en ellos? ¿O,de nuevo, la justicia sólo muerde los pies descalzos?
Me encantaría, de verdad, oír una propuesta en la Asamblea en este sentido por parte de los diputados, especialmente aquellos que dicen seguir a Monseñor Romero. Por ejemplo, otro de los aciertos de este gobierno (lo bueno, se aplaude), fue el automercado del MAG. ¿Qué pasaría si se instalaran pequeños automercados, en distintos puntos de la capital, donde estas personas, supervisadas por el Ministerio de Salud, pudieran vender sus productos para que se consumieran dentro de los autos? Quizás no es lo mismo un elote loco en la feria que en el carro, pero un dólar es un dólar de una inversión que de otra forma estaría perdida. Salvaguardamos la salud y la economía.
Me encantaría oír una propuesta para la tradicional “Bajada”. ¿Qué pasaría si se ofreciera parqueo por un precio módico y transporte subsidiado por la Alcaldía y supervisado por el Ministerio de Salud para que se viera la Bajada desde los vehículos, y solamente desde ellos, en partes del trayecto? Así ayudaríamos a todos aquellos que directamente se benefician de la festividad y, además, se le permite al pueblo expresar ese fervor religioso que tanto se necesita estos días. ¿O no acaban de votar poner en la Asamblea “en nombre de Dios”? Salvaguardamos la salud y la fe.
Y me encantaría oír una propuesta para saber qué esperamos de estos 90 días. Por ejemplo: “durante estos 90 días sólo pueden acceder a restaurantes y bares los que han completado su ciclo de vacunación” o “durante estos 90 días pueden asistir a eventos culturales los que presenten su cartilla de vacunación completa”, o “los eventos planificados para el Bicentenario se harán en el Mágico González contra cartilla de vacunación y mascarilla para los niños”. “pueden ver el partido de fútbol, con aforo del 50% los que presenten cartilla y prueba de antígenos”. Es más : quítenles la cerveza a los que no están vacunados y les garantizo que a los 30 días ya tienen sus dos dosis bien puestas. Medidas así son las que esta tomando Macron en Francia, con muy buenos resultados. Salvaguardamos la salud, la cultura, el deporte y motivamos a la vacunación
La pandemia, y el manejo de la misma, no puede compararse con nada en los últimos 30 años, pero la manera que se enfoque en cuanto a decretos, sí. La Ley, tal cual, se parece a una que se aprobó en 1978 , y que era, de hecho, un estado de excepción disfrazado (“Ley de Garantía y Defensa del Orden Público”). Existe la sombra de duda si fue creada para evitar protestas. Pero si este Decreto se usa para fomentar la vacunación y beneficiar a los salvadoreños más vulnerables, además de respetar las creencias de un pueblo, será una movida brillante y efectiva. Si se usa como una manera de coartar la libertad de reunión y expresión, creará descontento y el descontento no conoce barreras.
Mi humilde opinión: estoy de acuerdo con que no es momento para aglomeraciones, pero afinemos la ley para fomentar la vacunación, sin descuidar la transparencia y el bienestar económico de los salvadoreños. Si en 90 días logramos acercarnos a la inmunidad de rebaño y salvaguardar la economía de los más vulnerables, podremos jactarnos de que vamos por buen camino.

Educadora, especialista en Mercadeo con Estudios de Políticas Públicas.