De alumnos a colegas

Soy yo el que obtiene enormes ganancias de ellos. No son ganancias tangibles sino esa de compartir sueños y frustraciones, de ver y entender cómo la generación millennial ve y entiende la vida; ver la fortaleza del joven luchar contra el mundo y sobre todo el amor por la medicina.

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Inmigrantes procedentes de Estados Unidos arriban a Guatemala. Foto agencia AFP

Por Ricardo Lara

2019-11-21 7:41:38

Todos somos alumnos de la vida. No hay día en que no aprenda algo, sea esto bueno o malo, pero el aprendizaje jamás se detiene. Una de mis pasiones es la docencia. Cada día me brinda las más grandes satisfacciones y estoy seguro de que el alumno de medicina comete un grave error al pensar que él será el que aprenderá cuando es mi persona que aprende lo mejor de cada estudiante.
Soy yo el que obtiene enormes ganancias de ellos. No son ganancias tangibles sino esa de compartir sueños y frustraciones, de ver y entender cómo la generación millennial ve y entiende la vida; ver la fortaleza del joven luchar contra el mundo y sobre todo el amor por la medicina.
En tiempos modernos donde tenemos toda la cultura y conocimientos en la palma de la mano pareciera que no se consiguen los mejores beneficios y debemos volver al grueso y pesado libro para afinar nuestros conocimientos, a memorizar temas de interés y así transcurre la vida del alumno de medicina.
Todos deseando graduarse y poder enfilar la barca a puertos desconocidos pero es en ese misterio donde encontrarán la realización de sus sueños: servir al prójimo. En una profesión donde la jerarquía es muy parecida a la carrera militar se le debe dar un rostro humano y dejar a un lado ese verticalismo perverso, egoísta, donde el superior asemeja a una divinidad. Que se entiendan dos generaciones no es fácil.
Estamos en esa misma aula la generación que vivió la guerra, es decir, yo docente con la generación posguerra que poco saben de esa triste historia que El Salvador sufrió. Es el choque de dos grupos etarios diferentes que dan todo de sí, teniendo como prioridad devolverle al paciente lo que es suyo: respeto al pudor, excelente trato, estrechar la mano, conocer el nombre del paciente y sanarlo y, ¿por qué no?, consolar cuando el caso lo amerite . En esa prisa que se vive en el país, dar clases a futuros médicos no es fácil, tenemos dos opciones: una opción es salir del apuro y aplazar o pasar y la mejor opción será que el alumno supere al maestro. ¡De eso se trata la vida! Mentes brillantes, frescas, con las que tengo el privilegio de compartir lo poco que sé.
De cada alumno dependerá si realiza sus sueños o no y debe el docente preparar al estudiante a enfrentar la vida, platicar con ellos sobre sus necesidades y aspiraciones. Cuando tengo el privilegio de ser docente de alumnos que en meses serán mis colegas es un deber moral dar lo mejor de mí y romper ese esquema que el que memoriza mejor será el médico más exitoso. ¡Nada más equivocado! Se debe ver la realidad donde la profesión de ser médico cada día es degradada por las mismas autoridades de salud, donde las palabras diálogo, respeto y un bien común se han quedado en el olvido. Después de seis meses de impartir un diplomado en salud pública pedí la opinión y esta fue una de muchas respuestas: “La salud en nuestro país o mejor dicho el sector salud es un sector que lucha contra el sistema donde la corrupción es evidente , donde la injusticia pareciera que no va a terminar y donde la competencia cada día es más. Por eso las herramientas que adquirimos dentro de ese curso para aquellos que lo aprovechamos tienen un gran valor que nos va a ayudar en ese ambiente al cual vamos”.
Dedico estas líneas a un grupo de alumnos de medicina que me enseñaron más ellos que yo a ellos, a ese grupo de estudiantes que en un abrir y cerrar de ojos dejarán de ser alumnos y se convertirán en colegas. Ver como jóvenes alumnos totalmente desconocidos que iniciaron un diplomado y ahora poder compartir el final del mismo me deja las satisfacciones más grandes como es entender cómo esta nueva generación ve la vida, pero sobre todo cómo ven la carrera doctorado en medicina. Tal vez la muestra es pequeña ya que anualmente El Salvador produce setecientos médicos, pero la enseñanza de este grupo es grande para entender que la medicina fue, es y será la más humana de todas las profesiones.

Médico.