La oposición nicaragüense está unida

Ortega, que tiene “privatizado” al FSLN del cual él, y solamente él, puede ser candidato presidencial, no entiende que desde la oposición democrática se presenten diversas precandidaturas.

descripción de la imagen
Ernesto Castro, presidente de la Asamblea Legislativa y diputado de Nuevas Ideas junto a Óscar López Jerez, durante la elección del presidente de la Corte Suprema de Justicia. Foto EDH / René Quintanilla

Por Edmundo Jarquín

2021-06-30 6:13:23

Si alguna duda quedaba en cuanto a la unidad de la oposición en Nicaragua, el furioso discurso de Ortega el miércoles recién pasado lo despejó.
En ese discurso arremetió contra la OEA, Estados Unidos, los países europeos y diversos países latinoamericanos. Resultó obvio que, aunque no los mencionó por su nombre, tenía en mente las gestiones “discretas” que algunos países habían realizado, entre ellos España, México y Argentina, siendo estos últimos los que se abstuvieron a favor de esas gestiones diplomáticas discretas, en la resolución del Consejo Permanente de la OEA pocos días antes.
El tema de la oposición obviamente estuvo presente en el discurso de Ortega para intentar justificar los aprisionamientos recientes y los citatorios ante la Fiscalía. Ortega habló de la división de la oposición al señalar lo siguiente: “Ni siquiera ellos tenían un solo candidato, recordemos bien, aun cuando los reunían en la Embajada para obligarlos a unirse… Sí, las Embajadas aquí metidas de lleno, la Embajada yanqui en primer lugar, y otras Embajadas metidas de lleno, reuniéndolos para que se unieran. ¡Imposible que se unieran!”.
Ortega, que tiene “privatizado” al FSLN del cual él, y solamente él, puede ser candidato presidencial, no entiende que desde la oposición democrática se presenten diversas precandidaturas. En el FSLN existe mucha confusión, excepto en los sectores de fanáticos orteguistas, por el rumbo que ha tomado el régimen de Ortega. Recuérdese que buena parte del FSLN es un espejo de Nicaragua en su pluriclasismo socioeconómico, existiendo muchos empresarios y productores agropecuarios de diversos tamaños, aunque Ortega en sus discursos solamente habla de los trabajadores, muchísimos de los cuales también se oponen al mismo.
La misma impresión de fraccionamiento de la oposición de Ortega existe en sectores de la comunidad internacional, y a veces también dentro de Nicaragua en algunas personas que abonan a la exclusión y consecuentemente a una falsa división de la oposición. En realidad, es todo lo contrario en cuanto a la verdadera oposición democrática, que pese a sus denominaciones está unida, como lo demuestra la historia reciente y la realidad.
Frente a la embestida que entonces se juzgaba autoritaria, antes que derivara a dictatorial, y habiéndole quitado la personería jurídica a la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), cuyo Presidente era Eduardo Montealegre, y al entonces Movimiento Renovador Sandinista (MRS), nos unimos la verdadera oposición en las elecciones municipales de noviembre del 2008, y arrasamos en Managua, Masaya, León, Jinotepe, Diriamba, Granada y Chinandega, entre decenas más de municipios.
Lo mismo ocurrió en las elecciones presidenciales de 2011, con el Partido Liberal Independiente (PLI), cuyo candidato era Fabio Gadea Mantilla y yo de candidato a Vicepresidente, expresando una alianza entre el sector liberal y el MRS, que de ninguna manera fue incomodado en el famoso corredor de la “contra”. Y cuando nos preparábamos para las elecciones presidenciales de 2016, recurriendo otra vez a la esperanzadora vía cívica, fue arrebatada la personería jurídica del PLI, en elecciones que Ortega excluyó a la verdadera oposición y solamente participó el FSLN y partidos políticos subordinados. Entonces, por la Coalición Nacional por la Democracia (CND), integrados nuevamente por el sector liberal opositor y el MRS entre otros, eran candidatos Luis Callejas y la actual prisionera política, Violeta Granera Padilla.
¿Y la unidad de diversas clases socioeconómicas y pluripartidista que se manifestó en varias ocasiones, después de la masacre que se inició en abril de 2018, hasta que se generalizó la represión?
Entonces, contrario a lo que se pueda opinar desde la comunidad internacional que pareciera entrar a una suerte de nueva “Guerra Fría” entre regímenes autoritarios y democráticos, y algunas personas que barren hacia afuera desde dentro de Nicaragua, la oposición verdaderamente democrática a Ortega está unida.

Economista y analista nicaragüense/Twitter: @mundoj1 / El libro Nicaragua, el cambio azul y blanco. Dejando atrás el régimen de Ortega, se puede adquirir libremente en http://www.elcambioazulyblanco.com