La "democracia guiada"

La democracia guiada de Sukarno fue un intento de lograr estabilidad política en Indonesia. Introdujo, como concepto de gobierno, una mezcla de nacionalismo, religión y comunismo.

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Adán & Eva es ideal para un brunch o actividades durante el día, así como lo suficientemente sofisticada para una actividad nocturna. FOTO: CORTESÍA KERNS EL SALVADOR

Por José Azel

2021-08-26 6:39:19

Cuando la nación indonesia obtuvo su independencia en 1945 no tenía antecedentes de autogobierno democrático. La experiencia de gobierno había sido la de un estado policial bajo el dominio holandés y japonés. De manera similar, cuando Cuba recupere su soberanía del régimen comunista que ha gobernado durante las últimas seis décadas, apenas habrá recuerdos de las exigencias y responsabilidades de un autogobierno democrático. Al igual que los indonesios, los cubanos no tendrán experiencia en cómo gobernar democráticamente.
En su último libro, Upheaval, Turning Points for Nations in Crisis Jared Diamond señala que: “Es fundamental para cualquier democracia funcional (...) que se reconozca el derecho a oponerse a las políticas gubernamentales, la tolerancia a diferentes puntos de vista, la aceptación a ser superado en las votaciones y la protección del gobierno para quienes no poseen poder político”. Esos requerimientos necesarios en un autogobierno efectivo son ajenos a los cubanos de hoy.
En Indonesia, el presidente Sukarno y su sucesor, el presidente Suharto, consideraban que la gente era indisciplinada, ignorante, susceptible a ideas peligrosas y que no estaba preparada para la democracia. En su autobiografía, Suharto escribió: “En la democracia indonesia no hay cabida para una oposición al estilo occidental... La democracia debe incluir disciplina y responsabilidad; sin ambas significa solo confusión”.
De hecho, la democracia indonesia experimentó repetidos y confusos cambios de ministros en sus primeros días. En 1955 las elecciones se estancaron cuando los cuatro partidos principales obtuvieron similares porcentajes de votos. Los indonesios fueron incapaces de negociar y el país cayó en el estancamiento político. En 1957, el presidente Sukarno puso fin al estancamiento proclamando ley marcial e instituyendo un régimen al que llamó “democracia guiada”.
La democracia guiada, aunque formalmente democrática, funciona como una autocracia. Las elecciones legitiman esa “democracia guiada”, pero tales elecciones no cambian las políticas de estado. Esas elecciones pueden ser técnicamente libres, pero estructuradas de manera que las personas puedan ejercer sus derechos sin poder cambiar las políticas públicas.
El concepto de democracia guiada fue descrito por el periodista y filósofo político Walter Lippmann, quien trató de conciliar las tensiones entre libertad y democracia. Lippmann ha sido calificado como el periodista más influyente del siglo XX. En su libro Public Opinion, de 1922, Lippmann analiza las limitaciones cognitivas que enfrentamos para comprender nuestros entornos sociopolíticos y culturales y cómo esas limitaciones influyen en nuestro comportamiento.
La democracia guiada de Sukarno fue un intento de lograr estabilidad política en Indonesia. Introdujo, como concepto de gobierno, una mezcla de nacionalismo, religión y comunismo. La idea era apaciguar a las tres fuerzas principales en la política indonesia: el ejército, los grupos islámicos y los comunistas. En 1957, con el apoyo de las fuerzas armadas, Sukarno puso fin al sistema electoral de estilo occidental e instituyó su democracia guiada con un gabinete que representaba a los principales partidos políticos.
De manera similar, una futura Cuba probablemente tendrá que combinar el nacionalismo, el comunismo y la democracia en un gobierno funcional. Tomando prestada la metáfora de Jared Diamond, sería la coexistencia de un “mosaico” de ideas políticas dispares porque, “no es posible ni deseable que los individuos o las naciones cambien y descarten por completo sus identidades anteriores”.
En Cuba, el despotismo no será necesariamente imposibilitado, ni las buenas intenciones darán lugar indefectiblemente a una democracia liberal. Esa desafortunada realidad pudiera producir una democracia autocráticamente guiada al estilo Sukarno. [©FIRMAS PRESS]

*El último libro del Dr. Azel es Libertad para principiantes.
*JoeAzel@me.com