Cuando todo esto pase…

Ojalá que cuando todo esto pase, valoremos con entusiasmo la vida familiar en casa. Y los paseos de todos juntos al parque, un picnic, un concierto, paseo de mascotas y jugar al aire libre.

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Foto EDH /Archivo Cortesía Asamblea Legislativa

Por Eleonora Escalante

2020-09-03 9:17:12

Estamos a punto de cumplir seis meses de emergencia por el COVID-19. Vivir en confinamiento total por muchos días fue un reto, una pesadilla, pero también nos dejó grandes lecciones y nos hizo más fuertes.
Cuando todo esto pase, los tiempos coronavirus serán recordados como un reto. Claro que es un desafío instruirnos a vivir sin movernos de casa. Es una apuesta organizarnos con anticipación para obtener los insumos esenciales de supervivencia mínima, específicamente alimentos y medicinas. Es una batalla mental darse cuenta de que nos hemos convertido en dependientes del Internet, no solo para informarnos, como lo hacíamos antes, sino porque el Internet se transformó en el pasatiempo y conexión con el mundo exterior por muchos meses. Es un aprendizaje para cada hogar tratar de responder a todas las necesidades laborales, parentales y cotidianas, especialmente para aquellos que continuaron trabajando desde casa.
Hemos tenido que acostumbrarnos a usar mascarillas, lavarnos las manos constantemente, usar alcohol gel, evitar aglomeraciones y cumplir con el resto de medidas de bioseguridad. Finalmente es una carrera contra el tiempo para el sector científico, farmacéutico y médico, no solo entender al virus y trabajar incansablemente por una cura, una vacuna, o un tratamiento, sino también guiarnos para sobrevivir a la epidemia.
Cuando todo esto pase, los tiempos coronavirus serán recordados hasta como una bendición, especialmente para las madres con niños pequeños. La única manera de ser una mamá integral y con balance de vida es ejerciendo nuestras carreras profesionales desde casa, al menos a tiempo parcial. Cuando los niños regresen a sus clases presenciales en sus colegios y escuelas, ¡qué bendición más grande para una mamá, tener la opción legal de trabajar desde el hogar, ya sea a tiempo parcial o total! De aquí en adelante, por ejemplo, mientras los niños están en sus clases por la mañana, las mamás podrían decidir entre ir a la oficina o sus negocios propios o trabajar desde casa; y por las tardes dedicarse a sus hijos. Este es el equilibrio que muchas madres profesionales salvadoreñas han deseado por décadas.
Cuando todo esto pase, los tiempos coronavirus volverán a nuestra memoria como una pesadilla económica y personal. Especialmente para aquellos que perdieron a algún familiar o a sus seres más queridos. Aquellos que han perdido sus trabajos, o sus empresas. Aquellos que perdimos contratos, o los que quedaron varados en otros países. O aquellos que para salir del atolladero económico tendrán que reinventarse, trabajar el triple, y/o esperar quizás hasta 3 años para llegar a los ingresos del 2019. Sin embargo, todas las pérdidas económicas pueden recuperarse con el tiempo. Mientras haya vida, hay esperanza para el porvenir, y saldremos adelante de todo esto.
Ojalá que cuando todo esto pase, valoremos con entusiasmo la vida familiar en casa. Y los paseos de todos juntos al parque, un picnic, un concierto, paseo de mascotas y jugar al aire libre. Apreciaremos con alegría ir a un restaurante, a la pupusería, a un café. Estimaremos más nuestra koinonía en la Iglesia y en los grupos de oración. Como estudiantes, enhorabuena comprenderemos el esfuerzo de nuestros maestros. Adoraremos regresar a las aulas con entusiasmo, a la maravilla de socializar con nuestros amigos. Atesoraremos lo que significa un verdadero abrazo, un beso y un hasta luego, salú, cuídate, nos veremos pronto…
En el futuro, los tiempos coronavirus serán desempolvados como un reto, una pesadilla económica, una tribulación de la que salimos fortalecidos, como una etapa de nuestras vidas que finalmente pasó…

MBA-MEngCEO-Fundadora de EleonoraEscalante Strategy.www.eleonoraescalantestrategy.wordpress.com