Una persona extraordinaria

El Reverendo Héctor Bojórquez, pastor de Iglesia Josué Central, llegó a ser una persona extraordinaria, sin buscarlo ni desearlo, porque tuvo el valor y decisión de dejar cosas ordinarias atrás, cosas mundanas y temporales

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Foto referencia Pixabay

Por Carlos Ernesto Mena Guerra

2020-10-26 6:34:52

¿Qué hace de un hombre o a una mujer, una persona extraordinaria? El pasado jueves 23 de octubre 2020, a las 10 p.m., perdí a un gran amigo, …él falleció por causas diferentes a la pandemia. Su partida me causó profunda tristeza debido a la estima, admiración, gratitud y respeto que merece de mí. Además, por ser uno de esos casos en los que había estado pensado recurrentemente en él, con intención de llamarlo para saludarlo, …no lo hice. Su partida fue en paz, pero súbita, repentina, inesperada para mí. A él dedico esta columna, a HÉCTOR ALONSO BOJÓRQUEZ GALÁN. Un ser humano único, especial, UNA PERSONA EXTRAORDINARIA.
La noche del viernes, durante los servicios fúnebres, su amada esposa Haidée, junto a dos de sus tres hijos, tomaron la palabra para agradecer por la compañía y oraciones hechas para ellos. Ella narró brevemente la anécdota del día de su boda; dijo: “…cuando nos casamos, hace 49 años, fue un día espléndido, esa noche no hubo energía eléctrica ni agua, sin cámaras fotográficas, pero no nos importó, …Héctor, (“el ave fénix”), vivía cada día a plenitud, gozaba siempre de buen humor; él me hizo sentir amada siempre, todo eso porque tuvo a Dios con él”; Sus dos hijos expresaron palabras excepcionales sobre el carácter de su noble padre, sin quebranto de voz, con gran fortaleza y amor. ¡Admirables! me dije, ¡Qué fortaleza! agregué, mientras mis ojos se llenaron de lágrimas, inevitablemente.
Mientras escuché sus palabras, mis pensamientos sobre mi amigo Héctor resonaban: “¿…Por qué no le llamaste? Era tu pastor, fuerte como un toro, macizo como un roble, …no es posible que falleciera tan pronto, ¿…por qué no le llamaste?”. Los recuerdos de experiencias juntos pasaron por mi mente, las emociones más intensas lucharon dentro de mí; esas que no había sentido desde hace 20 años, cuando mi padre partió.
El Reverendo Héctor Bojórquez, pastor de Iglesia Josué Central, llegó a ser una persona extraordinaria, sin buscarlo ni desearlo, porque tuvo el valor y decisión de dejar cosas ordinarias atrás, cosas mundanas y temporales que degradan al hombre. Decidió ir en busca de la verdad eterna, que edifica y fortalece el ser interior…el alma, el espíritu humano. Decidió honrar al Dios Todo poderoso, hacer feliz a su esposa e hijos, servir al prójimo, vivir a plenitud y ser feliz.
Un ser humano de carácter firme, con temple, afable, lleno de amor, sólido al predicar, apasionado en sus mensajes, con voz de trueno que permitía escucharlo a distancia. Su ministerio favorito fue ayudar, orientar y guiar a otros a encontrar y llenarse del Espíritu Santo…el Consolador.
Sobrellevó grandes dificultades y sacrificios que la vida pastoral implica, su sencillez, momentos de cansancio y aflicción, su impecable preparación de sermones, la calidez del amigo y tantas otras virtudes adquiridas, únicamente, por prolongados tiempos de oración con ayuno, y fruto del Espíritu Santo en él, todo eso hicieron de mi amigo Héctor Bojórquez UNA PERSONA EXTRAORDINARIA, su legado trascenderá generaciones.
¡Hasta pronto, mi amado amigo y pastor!

Economista y militar retirado. Candidato a diputado por el partido VAMOS