Fe en Dios y prevención para tener una feliz Navidad

Dra. Patricia Quezada de Calderón, jefa de la Unidad de Quemados y Cirugía Plástica del Hospital Benjamín Bloom, recomienda mantener la prevención del uso de pólvora, debido a que los niños, jóvenes y adultos se complican e incluso pueden fallecer por traumas o quemaduras, más el contagio de COVID-19.

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Foto: Insy Mendoza

Por Patricia Quezada de Calderón

2020-12-22 7:00:54

Preparémonos para la Navidad y fin de año, estamos en tiempos difíciles a nivel mundial, no podemos perder la fe, la esperanza y mantengámonos firmes con la confianza hacia Dios.

Con estas palabras positivas me dirijo a la población salvadoreña haciendo un llamado a la conciencia, en medio de esta pandemia de COVID-19.

Quienes gozamos de salud debemos sentirnos millonarios.

Hemos perdido grandes seres humanos colegas, familiares, amigos, conocidos; y aún viendo esta cruel realidad, no somos capaces de crear conciencia en cumplir con las medidas de distanciamiento social, evitar hacinamientos, uso de mascarillas, limpieza frecuente con lavado de manos o el uso de alcohol gel.

Estamos ante una sociedad donde lo material, el consumismo nos está minando, donde el mundo reclama justicia, critica severamente, pero no nos damos cuenta que debemos hacer un cambio “personal”, ser más humildes y obedientes porque sino caemos en el fariseísmo y la hipocresía.

En estos nueve meses que El Salvador se ha visto afectado directamente con la pandemia COVID-19, el confinamiento, la reapertura económica, una nueva ola de infecciones, con la amenazas de un virus mutado genéticamente más fuerte, etcétera; nosotros en la Emergencia de los centros hospitalarios no hemos dejado de ver víctimas de accidentes en casa, quemaduras, traumas, atropellados, etcétera.

Hago un fuerte llamado a toda la población salvadoreña para unir esfuerzos en la prevención de quemaduras, cuyas dos causas principales son: líquidos calientes y derivados de la pólvora; siendo esta última la más prevenible.

Las campañas sobre el riesgo del uso de la pólvora son necesarias. Es importante prohibir el uso, manipulación, compra y venta de fuegos artificiales domésticos en menores de 18 años porque ponen en riesgo los ojos, las manos, la piel y la vida de los niños y jóvenes.

El drama que las secuelas por quemaduras producen son cicatrices que impiden el crecimiento normal de los tejidos, limitan la función y producen cambios estéticos importantes, amputaciones y traumas psicológicos en el quemado y la familia.

Lo anterior causa un impacto en sus actividades diarias, baja autoestima, dificultades en la integración social y laboral; además, se reducen las posibilidades de desarrollar una vida plena.

No podemos ser indiferentes a nuestra realidad. Debemos trabajar en las medidas de prevención para evitar quemaduras ocasionadas por pólvora, para evitar tragedias como las ocurridas el 5 de diciembre, donde fallecieron 2 menores por la explosión de una cohetería.

Los niños, jóvenes y adultos se complican e incluso pueden fallecer por enfermedades, traumas o quemaduras más el contagio de COVID-19.

Tenemos que sobrevivir a esta pandemia.

“Como ser humano no tengo ningún mérito, todo es una gracia de Dios”.

Foto EDH/ Archivo