La claridad descubierta por la incertidumbre

Es probable que el impacto de la pandemia sobre la percepción ciudadana en cuanto a gobiernos y burócratas reconfigure y redistribuya el poder político

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foto de referencia / Archivo.

Por Carlos Ponce

2020-04-08 5:30:03

La pandemia del COVID-19 ha traído a muchos una claridad abrumadora, particularmente en cuanto a los gobiernos y sus funcionarios, que puede cambiar los patrones delictuales en la región durante los próximos años.
Las ilusiones y trucos usados por malos gobernantes y burócratas alrededor del mundo, simplemente no resultan creíbles en el contexto de esta emergencia. La naturaleza del problema que enfrentamos desmantela rápidamente los engaños e imprecisiones a los que usualmente recurren para vender espejismos. La angustia hace que las personas sean más exigentes y, por tanto, afinen su opinión sobre quienes los gobiernan.
Los verdaderos líderes han brillado en esta emergencia. He escuchado, por ejemplo, críticos acérrimos de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, reconocer que sus funcionarios atienden acertadamente la pandemia. Los integrantes del gabinete de Trudeau se han destacado por su manejo de la crisis, ofreciendo calma, transparencia, ayuda y protección a la ciudadanía. Así lo han hecho también los miembros de los gabinetes regionales, en las provincias canadienses, ganándose de esta forma un amplio apoyo.
La popularidad de estos funcionarios ha llegado a tal punto que, por ejemplo, artistas callejeros les han homenajeado pintando enormes murales con sus imágenes. Curiosamente, en la ciudad de Vancouver, utilizaron como lienzos los tablones de madera con los que las tiendas del centro metropolitano han protegido sus vitrinas durante la cuarentena.
Es importante advertir que esta aceptación se la han ganado a pulso. Los funcionarios de salud son los que han tomado el liderazgo público de la emergencia en Canadá. Este grupo de profesionales destacados, en su mayoría mujeres, han manejado la pandemia con valentía y desde una perspectiva eminentemente técnica. Una de sus cualidades más envidiables es su apertura ante las voces críticas y disidentes. Es evidente que ven cada cuestionamiento, hasta los más duros e irreverentes, como una oportunidad para clarificar los criterios técnicos detrás de cada decisión.
Los líderes fabricados a puro marketing, en cambio, han tambaleado bajo la presión de la pandemia. El momento que atravesamos es una prueba en la que no pueden copiar o sobornar a alguien para comprar una buena nota. Tienen que enfrentarla con lo que tienen y esto, en muchos casos, se reduce a un equipo de comunicadores, plumas compradas, aplaudidores prepago y funcionarios poco calificados.
Hay casos, sin embargo, en que los países poseen burócratas de salud con las credenciales y trayectoria para manejar la crisis, pero la falta de carácter, inteligencia y madurez de sus gobernantes hace que estos últimos monopolicen el manejo de la emergencia, sin dejar espacio para que la administren especialistas.
Lógicamente, esto ha resultado en una serie de fracasos y desaciertos. Todos los gobernantes que han atravesado por este penoso calvario han culpado a cualquiera, incluso a la ciudadanía, de su mal desempeño. Esto ha caído como un valde de agua fría para muchos de los que antes los apoyaban.
La manipulación de emociones, elemento central de la estrategia con la que fabrican su liderazgo los malos gobernantes, ha dado forma a su manejo de la situación. Así, en lugar de ser una voz mesurada, infunden miedo para manipular a la sociedad. Esto ha afectado la opinión que muchos tenían sobre este tipo de gobernantes.
Es probable que el impacto de la pandemia sobre la percepción ciudadana en cuanto a gobiernos y burócratas reconfigure y redistribuya el poder político. Resulta importante, en consecuencia, monitorear el desarrollo de la emergencia y la respuesta que le local y regionalmente. El panorama del escenario que se produzca, considerando el vínculo entre el sector político y estructuras delictivas, tiene el potencial de cambiar los patrones delictuales que afectan a nuestro país.

Criminólogo.