No nos dejen solos

El objetivo principal de “aplanar la curva” es evitar un pico agudo de casos y extender la infección durante un período de tiempo más largo, para que el sistema de salud no se vea abrumado.

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Lautaro Martínez del Inter de Milán se regocija después de marcar el gol 2-0 durante el partido de fútbol de la Serie A italiana Fc Inter y Spal en el estadio Giuseppe Meazza. EFE/EPA/MATTEO BAZZI / Foto Por EFE / Archivo

Por Mauricio Ernesto Flores Morales

2020-03-26 2:32:03

En medio de esta pandemia provocada por el COVID-19, el personal de salud juega un papel muy importante, ya que nos encontramos en la primera línea de defensa luchando día a día contra esta enfermedad. El riesgo de infectarse e infectar a las personas que nos rodean e incluso a nuestras familias es muy alto.
La revista The Lancet, en su último editorial, expone que, hasta marzo, alrededor de 3300 médicos chinos se han infectado por COVID-19 y cerca de 22 habían fallecido a finales de febrero. Italia reporta que el 20% de sus médicos han contraído la enfermedad, pero lo más preocupante es el porcentaje de fallecidos, 7.2% frente 2.3% del personal de China. Personalmente conozco de 2 casos, ambos al momento luchando por salir adelante.
El objetivo principal de “aplanar la curva” es evitar un pico agudo de casos y extender la infección durante un período de tiempo más largo, para que el sistema de salud no se vea abrumado. El desborde de los centros hospitalarios con casos de COVID19 aumenta la probabilidad que la salud del personal se vea afectada, lo cual termina impactando aún más la atención de los pacientes, empeorando aún más la situación. Mientras más personal de salud se enferme, quede en cuarentena o esté incapacitado, el colapso del sistema de salud será inminente y la probabilidad de aumento del número de fallecidos, por falta de atención, se incrementará. A medida que el personal de salud se infecte, se presentarán dos escenarios, que se infecte más personal y que se infecten las personas alrededor de ellos, sus familias.
El Estado y la sociedad civil juegan un papel crucial en detener en lo posible este efecto dominó. El Estado está en la obligación de proveer los insumos mínimos necesarios al personal para protegerse y así proteger a las personas que los rodean. Actualmente, existe un desabastecimiento mundial de muchos recursos y no sólo me refiero a mascarillas; material descartable como gorros y gabachones, lentes protectores, guantes, alcohol gel, etc, son importantes para el personal de salud para poder trabajar con seguridad frente a un agente altamente contagioso, como el SARS-CoV-2. Al mismo tiempo, la sociedad civil debe tener más conciencia colectiva; debe seguir las indicaciones de quedarse dentro de sus casas, seguir las medidas de higiene ya recomendadas, apoyar a las personas en cuarentena y en lo posible apoyar a quienes estarán velando por su bienestar: el personal de salud.
Cuando me refiero al personal de salud no me refiero solamente a médicos; también me refiero a enfermeras, personal de limpieza, personal de alimentación, personal de estudios de laboratorio y gabinete y seguridad. Cada uno juega un papel muy importante en la atención de los pacientes, por lo que el Estado también debe honrar el servicio, tiempo y dedicación que tendrá cada uno.
Vuelvo a citar a la revista The Lancet, que indica que es vital que los gobiernos vean al personal médico no como simples peones para ser desplazados, sino como seres humanos. El impacto personal y profesional será muy grande, ya que nos enfrentamos con la probabilidad de perder familiares, amigos y colegas mientras realizaremos nuestras labores. Habrá un arduo trabajo, una alta demanda física, cognitiva y psicológica. No podemos olvidar que hay otros pacientes con necesidad de atención médica; personas con enfermedades crónicas como asma, diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, cáncer o inmunodeficiencias no pueden quedar a la deriva; enfermedades infectocontagiosas como dengue, influenza y tuberculosis deben seguir bajo monitoreo; estos pacientes no pueden quedar desatendidos.
Es de vital importancia aumentar la capacidad de detección de casos, aumentar la capacidad de atención hospitalaria, capacitar e instruir a todo el personal médico en administrar recursos y protegerse al mismo tiempo. Las sociedades médicas asiáticas y europeas urgen al resto de los sistemas de salud a no cometer los mismos errores que tuvieron en esta pandemia, no proteger al personal de salud y dejar desatendidas otras necesidades.
Es en este preciso momento que el Estado y la sociedad civil deben acuerpar a sus héroes sin capa; tienen la obligación de proteger la integridad de cada uno de nosotros, de darnos ese merecido respeto y sobre todo darnos todas las herramientas necesarias para enfrentarnos a este reto.
No nos dejen solos.

Alergólogo pediatra

asmayalergias2008@gmail.com