El desafío de la movilización general contra la pandemia del coronavirus

.

descripción de la imagen

Por Pascal Drouhaud

2020-03-13 4:28:29

Nunca fue cuestión de saber cómo sino cuándo. ¿Cuándo llegará a los países vecinos de China? ¿Cuándo llegará a Europa? ¿Cuándo atravesará los océanos para impactar también las Américas y lograr completar el círculo mundial? Ya estamos lejanos a esas preguntas: el coronavirus entró a las Américas.

El objetivo al día de hoy es bloquear el avance, tanto internamente en los países, como de manera externa en el mundo. Ahora bien, frente a este desafío que encarna una movilización general contra un nuevo enemigo, el Covid 19, el mundo va a tener que elegir entre dos estrategias :

-La primera consiste en pensar que todo se puede resolver solo, dentro de sus fronteras nacionales.

-La segunda consiste en un llamado a una cooperación por lo menos regional y, para los más ambiciosos o clarividentes, sobre el peligro mundial.

Desde Europa, el desarrollo de la pandemia está exigiendo, cada día más, una indispensable coordinación entre los países para lograr la erradicación de la pandemia. Parece natural, pero como todo lo que toca al ser humano no lo es.

El Presidente francés, en una alocución solemne el jueves pasado, anunció que cerraba “hasta nueva orden”, las escuelas, los liceos y las universidades para evitar una propagación, mientras llamó a la Unión Europea a que las decisiones para luchar contra este mal tengan consenso y coordinación general.

Obviamente, los países tienen el control sobre sus fronteras pero, ¡el virus no tiene esta noción! Se puede limitar la movilidad, impedir que las personas se desplacen, pero la pandemia se expande sin detenerse por una pared. Son los medios en medicina, el acceso a los productos básicos como el jabón, el gel, las mascarillas y, obviamente, la conciencia de las reglas sanitarias quienes son los mejores medios para combatir el virus.

El apoyo a las empresas que sufren de la reducción del flujo económico, a los empleados con disposiciones como el teletrabajo y forma de indemnización que pueden acompañar estos esfuerzos. Y la cooperación entre las economías dará más medios y remedios .

Frente al avance del Covid-19, los países parecen, por el momento, actuar en orden disperso. Cada quien está pensando en su frontera, cuando el virus no conoce los límites.

Mientras la economía vive una desaceleración que se puede volver paralización por un tiempo determinado, las medidas no son todavía globales.

Varían de un país al otro, mientras el costo del petróleo baja para alcanzar los 30 dólares, el sector financiero y de las bolsas están en ebullición. El espectro de la recesión está apareciendo. Y parece difícil responder a este frente sanitario que está atacando las bases de una economía globalizada.

Y, justamente, es la dimensión global que está en tela de juicio hoy día: el negocio aéreo es el mejor ejemplo de esta tendencia. Mientras entramos a los momentos más duros de la crisis sanitaria en Europa, las medidas tienen consecuencias sobre el comercio mundial.

Un mes después que el virus Sars Cov 2 salió de la provincia china de Hubei, el planeta ha conocido el virus Covid 19. Bolsas al bordo del pánico, paralización del transporte con una víctima inmediata, el transporte aéreo, cancelaciones en serie de concentraciones públicas como en Italia, Francia, Dinamarca, cierre de los cines… El Covid- 19 está provocando una toma de conciencia ante la urgencia y el peligro.

Estamos viendo, delante de nuestros ojos asombrados, la fragilidad de nuestro sistema económico, la interdependencia mundial mientras vivimos diariamente una contradicción fuerte: la cooperación internacional no parece haber tomado medidas coordinadas entre los países o continentes.

Por ejemplo, que sea el G 7 uniendo a las primeras economías mundiales tanto como el G20. Ninguno de estos grupos se ha reunido para establecer una estrategia común y construir una respuesta concertada. El virus está demostrando la ausencia de fronteras por definición, pero no hemos adoptado por el momento una respuesta coordinada. Seguramente, este virus puede desmantelar una economía más que una guerra de años.

Viene el momento en el cual vamos a tener que construir una alianza global contra este enemigo invisible, que invade el planeta. Porque ganar esta batalla y sacar lecciones para que no se reproduzca este tipo de epidemia, exige entender el mecanismo y poner medios a favor de un apoyo para las economías y al sistema financiero que, supuestamente, es un pilar en favor de la economía real.

La lucha contra la pandemia es un desafío inmediato. Puede ser también un momento clave para entender las responsabilidades que todos tenemos frente a la globalización económica, al sistema de demanda y oferta que se ha vuelto mundial y más que nunca en la era numérica.