Eran aproximadamente las 9:30 am cuando le dijeron a Don Mario que “las pruebas se habían acabado”. Don Mario llegó a las 5:00 a.m. desde Chalatenango a la Plaza Morazán en San Salvador para realizarse el tamizaje, ya que tenía síntomas. El gobierno anunció que tendrían 1,000 pruebas PCR gratuitas disponibles para la población. Estas fueron insuficientes para la cantidad de personas que llegaron.
Tanto en el sistema público de salud como en los servicios que presta el Instituto Salvadoreño del Seguro Social no están contempladas las pruebas PCR para la detección de la covid-19, a pesar de que las consultas por “gripe”, “laringitis” y otras afecciones respiratorias han incrementado notablemente, los griparios están saturados y las personas tienen que esperar largas horas bajo el sol para pasar consulta.
Algunas personas han esperado hasta 8 horas con prueba positiva en mano, con claros síntomas como tos, cansancio, diarrea y fiebre, aún no se sabe si el personal es que no es el idóneo o, los procesos, pero por más que se quiera ignorar, se está ante una emergencia.
En el caso del Instituto Salvadoreño del Seguro Social los derechohabientes deben llevar pruebas realizadas en laboratorios privados para que les puedan extender la incapacidad. El punto es que, muchos ciudadanos con síntomas están acudiendo a los establecimientos de salud para consultar, esta sería una oportunidad de oro para que el sistema público de salud demuestre que son el ejemplo a nivel mundial que dicen ser en el manejo de la pandemia, mientras tanto el presidente junto a su familia está en una gira por Turquía.
En una conferencia de prensa el martes, después de salir de una entrevista televisiva, el Ministro de Salud dijo dos cosas importantes en el manejo actual de la pandemia: 1. Que no tener medidas en el aeropuerto no es la causa de aumento de casos sino el covid-19, y 2. Que no existen en el país casos de la variante ómicron, que en dos semanas sabremos si ya está aquí esa variante. Un día después tuvo que admitir que sí los hay.
Al leer sobre no establecer medidas para el ingreso al país solo podemos recordar a todos los compatriotas nacionales que quedaron varados en diferentes países del mundo durante la cuarentena estricta, pasando grandes penurias porque muchos no iban preparados para tantos días fuera y otros que ante la desesperación regresaron para estar confinados en centros de contención que el gobierno tuvo y donde varios de ellos se contagiaron.
Según los estudios disponibles, la variante Ómicron, aunque es más contagiosa, es menos letal; si además se le suma que las personas ya cuenten con el esquema de vacunación propuesto por el gobierno, pero esto no lo podemos saber ya que los datos sobre la enfermedad no están disponibles o no están actualizados.
En el país más que una nueva ola de la enfermedad hay un tsunami de casos que las autoridades aún no aceptan, las pruebas gratuitas son insuficientes, los kits del Ministerio de Salud también lo son y no tenemos la información de las atenciones en el sistema privado donde las personas acuden ante la lentitud de ir al sistema público.
Más allá de estas declaraciones, es importante decir que gran parte de la ciudadanía no cuenta con el dinero para realizarse las pruebas PCR para confirmar el virus, las pruebas deberían ser gratuitas, de acceso fácil y rápido para la población que más las necesita, podrían llevarse a unidades de salud y otros espacios públicos en todo el país. Y así evitar esa respuesta que le dieron a Don Mario: “Se acabaron las pruebas PCR, vea en Twitter donde estarán mañana”.
Abogada y defensora de derechos humanos.