¿Educación versus Pandemia = Transformación?

En El Salvador, el MINED y su personal procedieron con seriedad y voluntad; pero faltaban no solo recursos, sino esencialmente el conocimiento práctico de la educación en línea, un profesorado capacitado y profesionalizado en esa área y superar la brecha digital.

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La afición del Platense celebró con todo el gol de Juan Camilo Delgado. Foto EDH / Menly Cortez

Por José Ernesto Urbina

2021-08-22 5:13:18

El covid 19 ha impactado a la educación en todo el mundo y ha provocado una acelerada producción científica escrita sobre el tema. “Decálogo para la docencia on line” (UOC, 2020) y “La Educación del mañana. Inercia o transformación” (OIE, 2020) son muestras recientes que explican lo que acontece y estimula la búsqueda creativa de posibles soluciones.
Perturbados por la pérdida lamentable de vidas humanas y por una emergencia sanitaria; el cierre del Sistema Educativo, 180 millones de niños, niñas y adolescentes (ONU, 2020) y profesores confinados en sus casas sin fecha de regreso, ¡viviendo cada uno, “su cuarentena”! Sin preparación, ni previsión, algo inimaginable… la magnificación de los problemas educativos históricamente negativos y otros.
La primera acción fue descartar la educación presencial y buscar una solución en las experiencias de educación no presencial del pasado. Pero como dice Sangrá A. (2020): En situaciones de emergencia, aplicamos soluciones de choque, en un intento de aplicar lo que hemos aprendido a una situación no deseada; pero que exige una respuesta. ¿Qué significaba pasar de una educación presencial a una lejana? ¿Cómo manejar la relación enseñanza y aprendizaje? En El Salvador, el MINED y su personal procedió con seriedad y voluntad; pero faltaban no solo recursos, sino esencialmente el conocimiento práctico de la educación en línea, un profesorado capacitado y profesionalizado en esa área y superar la brecha digital (desigual distribución, desigual acceso y uso de la tecnología, entre otros), pues el Internet, las computadoras, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), las redes y su conectividad son esenciales en esa modalidad.
Evidentemente, no se aplicó un sistema con pureza técnica, en mi opinión, “rozamos rasgos de educación híbrida (Blended)”.
¿Qué aprendizajes teníamos para aplicar una educación a distancia? Limitadas experiencias usando la radio, material impreso, el correo tradicional; y después, la televisión, el teléfono, el fax y otros; pero siempre con déficit en algún o algunos de los recursos mencionados y, cuando los había, eran precarios. Si en la educación presencial había una brecha social para cubrir mínimos curriculares, ¿y ahora con la brecha digital…?
Y la otra tormenta: los nuevos roles de los padres en la formación de sus hijos; sobrecarga de trabajo de los maestros, sin certeza de éxito, sin garantía del apoyo honesto de sus padres, más la participación inoportuna de éstos en las clases virtuales violando la privacidad y la libertad de cátedra; enseñando valores a nivel teórico, aunque modele con su apariencia durante la comunicación virtual.
El choque de su trabajo con la dinámica familiar de su hogar y las desventajas en el aprendizaje de aquellos niños, inconformes con su espacio físico y de socialización, que no tienen a su lado a sus padres, sin el contacto directo con su maestro, y la casi nula observación sistemática de sus comportamientos para reducir en algo el creciente abandono escolar… Estas y otras son opiniones de colegas en servicio anotadas en las fuentes bibliográficas consultadas; probablemente coincidan total o parcialmente con las nuestras … ¿Qué hacer, entonces? He aquí algunas sugerencias de los estudios citados:
Invertir más del 5% del PIB en educación, empoderando los aprendizajes y competencias en relación con las necesidades del entorno.
Una formación y capacitación de profesores con enfoque teórico y experimental de la realidad digital.
Crear la figura del profesorado asistente en contextos virtuales, ya que hay dos espacios (on line y presencial).
Estimular la resiliencia social por medio del conoci¬miento para construir un futuro mejor.
Diseñar un modelo de educación en línea, caracterizado por una efectiva y eficiente interacción.
Asumir una nueva organización del aprendizaje.
Redistribuir las horas de trabajo docente, en los dos espacios de enseñanza que atiende.
Finalmente, “Si hay que reinventar la escuela, primero es necesario reinventar la profesión” (Ayers,1992).

Educador /netourbe@hotmail.com