Corea del Norte, la actualidad de los rumores

En esta realidad, un personaje surgió: la hermana del líder norcoreana, Kim Yo-Jong. Estaba liderando la delegación norcoreana en los juegos de Pyeongchang en 2018, siendo el primer miembro de la famila Kim en pisar el suelo surcoreano desde el armisticio de 1953.

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Foto EDH / Cortesía

Por Pascal Drouhaud

2020-04-28 7:36:16

Desde hace pocos días, redes sociales y medios de comunicación numéricos asiáticos difunden un rumor persistente : Kim Jong-un, el líder autocrático de Corea del Norte, habría muerto después de una operación mal hecha, a consecuencia de problemas cardio-vascularios. Desde entonces, el mundo numérico se está agitando y se pone nervioso. Lo único cierto es la última aparición en público de Kim Jong-Un: el 11 de abril pasado  cuando asistió a una reunión del Partido del Trabajo, la fuerza política en el poder desde 1948, la “dinastía” de los Kim que empezó con el abuelo, Kim Il Sung.

Después de la capitulación japonesa en 1945, la península coreana fue dividida en dos. El advenimiento de la Guerra Fría aceleró la partición y la organización antagonista entre dos regímenes: en el Norte, Kim Il Sung fundó una forma de dinastía comunista, considerada como un régimen dictatorial a partido único. “Presidente eterno”, a la muerte de Kim Il-Sung en 1994 fue su hijo Kim Jong Il quien lo sucedió. Cuando murió este último en 2011, su propio hijo Kim Jong Un tomó el poder como “dirigente supremo del partido del trabajo, del ejército y del Estado”.

La supuesta muerte de Kim Jong-un sería un evento de mayor importancia estratégica para los actores regionales tanto como internacionales como los Estados Unidos, que buscan favorecer un acuerdo en favor de la desnuclearización de la península y de Corea del Norte en específico. Rusia o China juegan, igualmente, un papel muy importante.

Unos países revelan tanto como ilustran los episodios de nuestra historia contemporánea. Ha sido el caso de Cuba en América Latina, Sudáfrica, tanto como lo pudo ser la ciudad de Berlín por un tiempo. Es todavía el caso de Corea del Norte, fundada el 9 de septiembre de 1948 mientras estaba bajo administración de la ex-URSS. Ese país de 25 millones de habitantes en su territorio de 120,540 Km2 está el norte de la península coreana, mientras la otra parte está compuesta por la República de Corea de Sur. Contando con 51 millones de habitantes sobre un territorio de 100,210 km2, estaba bajo administración estadounidense cuando fue constituida en 1948. Este antagonismo político, institucional, económico  se transformó en un conflicto típico de la Guerra Fría, de 1951 hasta el armisticio de Panmunjom del 27 de julio de 1953. Desde entonces, la zona demilitarizada DMZ, que separa los dos Estados, queda en el centro de la problemática del diálogo intercoreano, tanto como de las relaciones internacionales. La obsesión militar y de seguridad del régimen le abrió las puertas de los armamentos balísticos tanto como nuclear.

Obviamente desde que Corea del Norte admitió en 2002 haber puesto en marcha un programa secreto de armas nucleares en violación de un acuerdo firmado en 1994 con los Estados Unidos, la temática de la proliferación nuclear se volvio centro de la política exterior tanto como interna de Corea del Norte.

Con sus 6 experimentaciones nucleares desde 2006, y cantidad de disparos de misiles balísticos a mediano y largo plazo, este país logró posicionarse en un agenda internacional, alternando momentos de tensión y otros de diálogo, forzando la comunidad internacional en adaptarse en un ritmo que explica estos tiempos de sanciones y otros de programas de apoyo económico.

Esta visibilidad tomó un rumbo aún mas fuerte cuando una cumbre tuvo lugar en Singapur entre el presidente Donald Trump y Kim Jong-un. En términos de imagen, fue un beneficio importante para el dictador norcoreano: apareció legitimado mientras Donald Trump podía aparecer como un iniciador de nuevas relaciones, en favor de un mecanismo de paz duradera y de desnuclearización regional. La cumbre de Hanoi, en febrero de 2019, no se concluyó por un acuerdo pero sin duda, permitió medir el potencial norcoreano mientras un diálogo intercoreano había empezado de nuevo en 2018 en favor de los Juegos Olímpicos y paralímpicos que tuvieron lugar en Pyengchang, en los cuales Corea del Norte participó. Cumbres entre Kim Jong un y el presidente surcoreano, Jae-In Moon,  tuvieron lugar facilitando la Declaración de Panmunjeom sobre las relaciones bilaterales. El mayor logro de la dinastía Kim ha sido haber inscrito en el panorama mundial a Corea del Norte  como parte de las Naciones unidas, tanto como Corea del Sur desde  el 17 de septiembre de 1991.

Este contexto muy sensible explica la febrilidad actual sobre la ausencia del líder norcoreano. Operación fracasada, estado vegetativo, descanso para otros que mostraron el tren personal de Kim Jong-un en norte del país, lo cierto queda en la fuerza política que manda esta ausencia. Como no es la primera vez que Kim Jong-un desaparece durante varias semanas, puede ser un estratagema para que supuestos opositores o adversarios en Corea tanto como en el mundo sean identificados. El propio Presidente de los Estados Unidos afirmó el 23 de abril pasado que las informaciones relativas a la posible muerte de Kim Jong-un eran incorrectas. La falta de negación desde Pyongyang, la capital norcoreana, alimenta la máquina de rumores.

En esta realidad, un personaje surgió: la hermana del líder norcoreana, Kim Yo-Jong. Estaba liderando la delegación norcoreana en los juegos de Pyeongchang en 2018, siendo el primer miembro de la famila Kim en pisar el suelo surcoreano desde el armisticio de 1953. Diplomada en informática después de haber realizado estudios como su hermano, en Suiza, tiene 34 años. Ha sido directora adjunta del departamento de la propaganda del partido del trabajo y habría sido designada como posible sucesora de su hermano al final de año pasado.

Siendo hermética Corea del Norte, siempre es difícil hacer la parte de la realidad y de lo posible. Pero, por cierto, algo está pasando mientras se entiende que el sistema de transmisión del poder seguirá según las reglas dinásticas en favor de los Kim quien encarnan la esencia del régimen norcoreano. Premisas de una transición, operación en favor de un agarre reforzado sobre un sistema hermético pero que logró posicionarse en el centro del agenda estratégico mundial, no se puede todavía definir. Lo cierto es que más que nunca se debe prestar atención a la situación política de Corea del Norte.