Un impuesto injusto a las Organizaciones No Gubernamentales

Tristemente cuando los países donantes retiren su ayuda, no será el gobierno el afectado sino el común ciudadano que, cada día, tiene que soportar adversidades cuando. Ya es tiempo de dejar ese revanchismo y tender puentes entre los diferentes actores sociales.

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Las caravanas de inmigrantes salían del Monumento al Divino Salvador del Mundo en San Salvador. Foto EDH/ archivo

Por Ricardo Lara

2021-11-24 5:16:02

Debemos remontarnos a los años Ochenta, cuando muchísimos pueblos, cantones y caseríos quedaron entre el fuego cruzado y eran las organizaciones no gubernamentales (ONG) las que llevaban ayuda para paliar las dificultades que se atravesaba en una época de muerte y destrucción.

Vinieron los Acuerdos de Paz y surgen, como parte de la posguerra muchas ONG que siguieron brindando asistencia a las comunidades y 30 años después ni el Ejecutivo ni las alcaldías pueden brindar tal ayuda. Eran esas organizaciones las que se encargaban de llegar a los lugares más remotos.

Tristemente con el impuesto del 40% sobre la ayuda recibida se le da un tiro de gracia a tantas ONG, empleados de las mismas y personas que reciben esa cooperación. Se debe conocer la realidad de El Salvador, donde el área rural se mantiene en el olvido y lo poco que se les ayuda se tiene que suspender, pues pagar un tributo tan alto es algo, aparte de injusto, un retroceso pleno en el desarrollo del país.

No sé cómo han pensado que sangrando a las organizaciones El Salvador saldrá adelante. Ya hay francas posturas de gobiernos extranjeros como Alemania que ante tal situación detienen todo tipo de ayuda y los afectados ¡son los pobres, los mismos de siempre!

Mientras, una empresa fundada recientemente para el mayor lucro posible no pagará eso, no; esta dicotomía solo habla de que el país entrará en una espiral más de pobreza, de migración, de desempleo pues si se retiene 40% de la ayuda que se recibe, ¿cómo podrá operar una organización que luchando contra toda adversidad se le termina de liquidar?
Sabemos que hay organizaciones sin fines de lucro como el Hogar Padre Vito Guarato, Ayúdame a Vivir, AGAPE y muchísimas cuyo trabajo consiste sólo en servir al más pobre.
Tenemos alcaldías sin FODES, ONG que se les quitará ese porcentaje y poco a poco la ayuda internacional cesa. ¿Qué se pensaba hacer con ese dinero? Estamos ante un Estado que no rinde cuentas de nada y definitivamente, retener tan alto porcentaje deja más preguntas que respuestas. No pareciera que ese dinero será usado en proyectos de beneficio social.
Nuevamente ese impuesto dejará a familias sin trabajo, comunidades a la deriva y quien cubrirá la necesidad de la razón de ser de las ONG cuando ni el Ejecutivo ha logrado tener un impacto en mas de 32 años.

No parece claro, mas son medidas antojadizas viendo a las organizaciones como enemigas, cuando quizá son las únicas que luchan por cambiar la vida de ese salvadoreño siempre olvidado. Triste, mala idea desproteger más al ya desprotegido. que es la mayoría de la población que recibe la ayuda de las ONG.

Debemos conocer la realidad de las áreas que cubren estas ONG en esos cinturones de pobreza que poco a poco aprietan a las ciudades, pueblos y comunidades donde el desempleo, la migración son las alternativas que un salvadoreño tiene.

Realmente estamos ante un nuevo reto y será el país el que sufrirá las consecuencias de una medida tan extraña pues si las alcaldías están en la calle y no pueden ejecutar un proyecto y aún el ejecutivo no llega a donde de verdad se necesita la ayuda, será un franco retroceso para el desarrollo del país.

Tristemente cuando los países donantes retiren su ayuda, no será el gobierno el afectado sino el común ciudadano que, cada día, tiene que soportar adversidades cuando. Ya es tiempo de dejar ese revanchismo y tender puentes entre los diferentes actores sociales.

No es gravando a las organizaciones, sino facilitando su trabajo, conociendo su trabajo de campo como saldremos adelante. Todo demuestra que nunca hubo una visión de país, todo se quedó en papeles donde se plasmó esta nueva idea cuyo único objetivo es quitar un 40 % a las ONG y con ello aniquilarlas.

Médico.