Opacos préstamos

Esa opacidad en la concesión de dinero es ideal para que gobiernos empeñados en mantener reservada la información de sus manejos financieros, pueda obtener fondos. No es de extrañar, entonces, que China sea actualmente el mayor acreedor mundial.

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Tuit Alec Baldwin. Fotografía de carácter ilustrativo y no comercial. twitter.com/AlecBaldwln____/status/911425278123048960

Por Carlos Mayora Re

2021-10-22 6:53:26

La deuda total que China debe cobrar a los países a los que ha prestado dinero en las dos últimas décadas, asciende a ochocientos cuarenta y tres mil millones de dólares. Si la cifra impresiona, el dato impacta más cuando uno se entera que no son préstamos a bajos intereses, sino a tasas comerciales, o -incluso- más altas.

En un reciente informe elaborado por AidData, del cual se extraen las cifras anteriores, se detalla, además, que China presta de manera desproporcionada a países de solvencia dudosa. Si el interés típico de un préstamo entre países ronda el 1% de interés, los chinos ofrecen su dinero a tasas tan altas como el 3.76%.

Cuando los gobiernos de países súperendeudados no tienen más capacidad para que se les concedan préstamos internacionales, China entra “al rescate” por medio de mecanismos alternativos. Por ejemplo, para saltarse la figura del préstamo de gobierno a gobierno, entidades financieras chinas prestan a empresas paraestatales, o a organismos e instituciones relacionados de algún modo con el Estado (de modo que los montos no se reflejan en las cuentas públicas), pero reclamando garantías gubernamentales, de manera que a la menor crisis sepueden transformar esas deudas “privadas”, en obligaciones públicas. Más de dos tercios de los préstamos que se analizan en el informe citado han sido concedidos de este modo.

Esos préstamos, además, no tienen que ser informados a ninguno de los organismos internacionales pertinentes, por lo que -en teoría- no afectarían la capacidad de pago (al menos en los papeles), de los países a los que les son concedidos.

Esa opacidad en la concesión de dinero es ideal para que gobiernos empeñados en mantener reservada la información de sus manejos financieros, pueda obtener fondos. No es de extrañar, entonces, que China sea actualmente el mayor acreedor mundial.

Como explica un experto, el asunto tiene bastantes aristas, pues "conocer el nivel de deuda de un país y con quién tiene obligaciones de pago, es fundamental para el propio gobierno, para los contribuyentes y para que se pueda hacer un análisis de riesgo de su estabilidad financiera"; desconocerlo no solo impide el orden en las finanzas y la capacidad de crédito de un gobierno, sino que, principalmente, compromete seriamente la viabilidad económica de quien recurre a esas prácticas.

El gigante asiático ha sabido sacar muchas ventajas de estas prácticas. Por ejemplo, se recuerda cómo en el año 2019, cuando China trataba de imponer su candidato para Director de la FAO, “perdonó” a Camerún una deuda de setenta millones de dólares, con la condición de que retiraran suaspirante al cargo. Qu Dongyu dirige el organismo actualmente.

Es paradigmático el caso de Ecuador que, como es sabido, llegó a una suspensión de pagos en el año 2008. Rafael Correa, presidente en esos años, recurrió a una China que no le exigió ajustes fiscales o estudios de sostenibilidad de la deuda para proporcionarle dinero. ¿El acuerdo? Pagar con barriles de petróleo. En 2020 la deuda de Ecuador con China había alcanzado el 78% del total de su deuda externa… China consiguió que Ecuador le vendiera el barril de petróleo a un precio por debajo de mercado, lo que consecuentemente reducía los ingresos y complicaba más aún la situación financiera ecuatoriana. A mediados de enero de este año, Estados Unidos concedió un préstamo a Ecuador por tres mil quinientos millones de dólares, con la condición de que se excluyera la tecnología china en las redes 5G en las telecomunicaciones en ese país...

Ya se sabe que la cooperación internacional y el financiamiento de gobierno a gobierno, o de entidades financieras globales con Estados soberanos nunca se otorga sin condiciones; pero hay mucha diferencia entre un préstamo “honesto” y otro que se otorga por medio de mecanismos opacos, con condiciones oscuras y una letra pequeña que termina por asfixiar economías.

Ingeniero/@carlosmayorare