Trump y los paralelos de su presidencia con los autoritarismos

Desmontar el autoritarismo de Trump y limpiar la democracia estadounidense de los desmanes del exgobernante es la gran tarea por delante de la presidencia de Biden, que debe recomponer la dividida sociedad estadounidense

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La diversidad de productos que ofrecen los emprendedores se difundirán en un portal web. Foto EDH / Moisés Rivera.

Por El Diario de Hoy

2021-01-20 8:41:06

¿Hasta qué punto el movimiento a favor de Donald Trump es una versión americana de los regímenes autoritarios?
Trump formalmente dejó este miércoles la presidencia después de ser vencido por Joe Biden en uno de los comicios más vigilados y concurridos de la historia reciente de Estados Unidos, una derrota que hasta el último momento —pero sin poder nunca demostrarlo— atribuyó “a un fraude masivo”.
Hay un paralelo entre la tragedia que se vivió en las décadas de los Treinta y Cuarenta en Europa Central y los hechos de los últimos cuatro años: un líder populista que pregona la supremacía blanca, que mal esconde su xenofobia, cerrado a toda crítica, que engaña a su conveniencia y proclama la superioridad de su nación sobre el resto del mundo.
La xenofobia se evidenció en las deportaciones forzadas de padres y madres con hijos estadounidenses, separando familias y confinándolas en campos de detención donde estos seres están expuestos a toda clase de vejámenes.
Muchos niños no son luego capaces de reconocer a sus madres, lo que lleva al surrealista hecho de estar sacando pruebas de ADN para reunirlos en los no frecuentes casos de que se intente hacerlo.
Los graves daños que el expresidente ha perpetrado a su propio partido político, a la democracia de Estados Unidos, a sus tradicionales aliados, son inconmensurables, lo que coloca en manos del presidente Joe Biden una dura pero no imposible tarea, más al reconocerse la intención de lograr tal propósito.
Trump se vanagloría de haber sido un presidente que no libró guerras en el exterior, pero, como ya hemos señalado, eso se debió al abandono de que hizo a sus aliados, por ejemplo, sacando tropas de Afganistán y dejando al gobierno de dicho país solo ante la amenaza de los talibanes, una secta fanática que sostiene su movimiento traficando heroína, además de someter a la mujer a las más abyectas condiciones imaginables, entre ellas forzar a las que han sufrido violaciones a casarse con el abusador, o lapidar a las que van a los mercados sin hacerse acompañar de un hombre de su familia. A los sirios los dejó a merced de las huestes del ISIS, y a los kurdos, de las agresiones del déspota turco Erdogan, entre cuyos desmanes está haber suprimido elecciones libres, como ha hecho Ortega en Nicaragua.

Toca al presidente Biden recomponer la posición de Estados Unidos frente al mundo

El desprecio de Trump a la ciencia, a lo que aconsejan expertos epidemiólogos, al sentido común, es lo característico de los egocentristas, los que no admiten réplica a sus ocurrencias, como cuando aconsejó a los estadounidenses ingerir lejía para protegerse del COVID-19, lo que de inmediato fue desmentido por los fabricantes de tales compuestos, que advirtieron de los daños que eso puede causar al organismo.
Trump miente “a su conveniencia”; se han registrado más de cinco mil mentiras proferidas por él; en una sola icónica semana, Trump mintió alrededor de cien veces…
Desmontar el autoritarismo de Trump y limpiar la democracia estadounidense de los desmanes del exgobernante es la gran tarea por delante de la presidencia de Biden, que debe recomponer la dividida sociedad estadounidense, lograr, como él viene afirmando, que los ciudadanos no consideren a sus opositores como enemigos sino como personas con ideas y posturas divergentes propias de una sociedad libre que debe protegerse…