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¿Qué es un ‘buen gobierno’?

Un buen gobierno siempre defenderá el ejercicio del poder en forma democrática y no autoritaria. El Estado de Derecho no puede existir por sí mismo, debe ser defendido por los funcionarios al mando para asegurar su perdurabilidad y la protección de derechos fundamentales con las que cuentan los ciudadanos.

Por Camila Ayala
Estudiante Ciencias Jurídicas

Durante los últimos años hemos escuchado la frase “buen gobierno” más que de costumbre y me hizo preguntarme ¿qué es un buen gobierno? O, más bien, ¿qué características tiene un buen gobierno? La verdad es que la sociedad salvadoreña desconoce de aspectos básicos de política y estoy casi segura de que los argumentos que se dan sobre un gobierno, para saber si son "buenos" o no, recaen en su mayoría en los beneficios que las personas hayan recibido directamente mientras estuviera una administración al mando.

Existe un término llamado "gobernabilidad democrática" que nos puede facilitar la clasificación de una administración compuesta por el órgano ejecutivo. Se le llama gobernabilidad democrática a la idea que se tiene de estabilidad y la forma en la que una administración presidencial ejerce su poder hacia la sociedad. Está compuesta de tres factores de suma importancia: un país que cuente con estado de derecho, la participación y la cohesión por parte de la sociedad. El exrepresentante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Carmelo Angulo, resumió la gobernabilidad democrática como “la suma de valores, leyes y reglas del juego con las que cuenta cada país para la resolución pacífica y constructiva de problemas sociales que surgen entre las instituciones del Estado o entre el gobierno y los ciudadanos”. 

Debemos entender que el primer criterio es de suma importancia, ya que un buen gobierno siempre defenderá el ejercicio del poder en forma democrática y no autoritaria. El Estado de Derecho no puede existir por sí mismo, debe ser defendido por los funcionarios al mando para asegurar su perdurabilidad y la protección de derechos fundamentales con las que cuentan los ciudadanos. Junto con esto, los representantes de la nación deben encaminar la administración del país hacía la sostenibilidad sociopolítica y, a su vez, el desarrollo humano ya que las políticas de la gobernabilidad democrática utilizan el esfuerzo colectivo para garantizar lograr un ambiente político estable. 

La gobernabilidad democrática también debe asociarse con el debate contemporáneo en relación con el desarrollo del país. Podemos decir entonces que sin gobernabilidad no hay desarrollo y viceversa, sin desarrollo no hay gobernabilidad, pues son esas demandas ciudadanas que quedan sin satisfacer las que generan la tensión social e inestabilidad. Pero ¿cómo llegamos a evitar la inestabilidad? Pues todo está en la armonía interna que tiene el Estado, una relación armoniosa y respetuosa entre los poderes del Estado contribuye a generar estabilidad y proporcionar gobernabilidad. Si bien es cierto, la forma en la que los órganos obtienen dicha armonía y respeto es bastante subjetiva a los integrantes por los que están compuestos, no es imposible. Los órganos deben trabajar de forma eficiente y ética para poder erradicar problemas superficiales que conlleven a la inestabilidad y generen un efecto de bola de nieve, dificultando la gobernabilidad. Es necesario promover una nueva cultura política que relacione la interdependencia entre la política y la ética como un elemento dinámico movilizador del comportamiento político de los países latinoamericanos. 

La gobernabilidad democrática nos ayuda a entender que un buen gobierno es uno que cuente con transparencia, claridad y coherencia en los objetivos políticos que propone. Un buen gobierno hace buena gestión de recursos tanto económicos como medioambientales, promueve la equidad en el acceso a los mismos y la participación de distintos sectores de la sociedad en las grandes decisiones. Un buen gobierno entonces dirige su interés hacia la justicia social, a la superación de la marginación de importantes sectores sociales, a la salvaguarda de los derechos de las minorías y a la protección e inclusión de los grupos llamados vulnerables que enfrentan limitaciones por que no tienen las mismas oportunidades que el resto de la sociedad. 

Estudiante de Ciencias Jurídicas

Club de Opinión Política Estudiantil (COPE)

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