La reina de la baraja sin corona

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Por Carlos Balaguer

2021-10-13 4:33:56

Otro personaje de leyenda que encontró el ladrón de la Historia en aquella aldea pacífica y florida fue una mujer -vestida con ropas de seda y broches brillantes- que se creía una reina. Pese a no tener corona, palacio ni riquezas. “Soy la reina de corazones” -dijo al rufián, cuando éste la encontró a su paso. “Pero ¿Dónde está tu reino, mujer alucinada que dice tal desvarío?”-preguntó éste. Ella le respondió, poniendo su mano sobre el pecho. Luego, sacando una baraja de su bolso, extrajo una carta diciendo “Está ante tus ojos.” Luego, señalando a la nada, dijo orgullosa: “¿Es que acaso no ves el castillo allá en la colina, brillando con sus torres brillantes y sus almenas coronando sus murallas?” El rey de los ladrones sólo vio una antigua parroquia. Entonces llegaron hasta ellos Isis Bel, el mendigo y otros felices personajes. “Ellos son mi escolta de honor” -dijo la falsa soberana. “Todos ellos han perdido la razón” -dijo en sus adentros el que, en verdad, era rey, pero de los ladrones. Pero luego se preguntó “¿Qué es la razón? ¿Acaso inventar de la nada la felicidad o aquello que nos hace perderla?” Hasta entonces comprendió que -quien había perdido la razón, creyendo tenerla- era él. ¿No había sido una locura acaso robar una plaza, su torre, su reloj, sus banderas y palomas? ¿Hurtar dichas y riquezas para luego perderlas? (VIII) (de: “Fábula del Ladrón de la Historia”)