“¡La vida o la muerte!” sentencia el “homo homini lupus” (El Hombre Lobo del Hombre) a sus indefensas víctimas. La “línea roja” del armagedón ha sido cruzada en medio de un drama autodestructivo de la actual enloquecida humanidad, dentro de la satánica expansión geopolítica de guerra en el Orbe. Nuestro planeta sin ley desnuda a toda la especie humana de paz, justicia, humanidad y de un porvenir histórico y divino. Las Cortes Internacionales de Justicia -tanto en La Haya como en el seno de Naciones Unidas- han sido borradas en el macabro e impune escenario del genocidio y ultraje a la especie humana. El nefasto fantasma de un Apocalipsis se yergue sobre nuestra raza en pleno Siglo XXI ante la inerte respuesta de supervivencia del turbado Homo Sapiens de la Creación. ¿Qué harán los inocentes corderos del silencio ante un posible e inminente sacrificio? Guerras siempre han habido a través de la fantasmagórica leyenda humana. La diferencia es que el poder destructivo de las armas modernas de los “diamantes de sangre” nos enfrenta ante el macabro rostro del infierno social. En resumen, un planeta sin ley, justicia, piedad, sabiduría y humanismo se encuentra en un punto sin retorno. Mismo que decidirá e inscribirá las páginas de nuestra historia terrestre y universal. Por ahora elevemos nuestras oraciones a la Divinidad para que el ángel de la paz extienda sus alas sobre nuestro acosado mundo. Aunque los esbirros y mercaderes del odio se escondan tras sus máscaras de falso poder y dignidad, más que humana y divina. ¡Pax in Orbis!
Apocalipsis 2001 amenaza a la humanidad
