OPINIÓN: Un infame interrogatorio a un Ingeniero, Presbítero y Rector

A una institución como la UCA no se le llama al estrado para compartir tiempos y espacios con “organizaciones de fachada”; mucho menos se cita a un rector para exponerlo e intentar ridiculizarlo.

descripción de la imagen
Óscar Picardo, Director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación ICTI-UFG. Foto EDH

Por Oscar Picardo Joao

2022-02-03 8:22:05

A la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) le debemos mucho del desarrollo educativo en el país, por su trayectoria, por sus graduados, por sus aportes científicos y teóricos y sobre todo por sus mártires. Personalmente tengo mucho que agradecerle a la UCA y a la Compañía de Jesús, como estudiante y como docente.

La UCA ha tenido grandes rectores, docentes e investigadores; particularmente los rectores han sido personas muy honorables; y esta situación nos debe llevar a respetar la institucionalidad de la UCA como conciencia crítica de la sociedad.

También tuve el privilegio de compartir pupitre con el Presbítero, Rector e Ingeniero Andreu Oliva sj ; posee tres investiduras, no es simplemente el “Señor Oliva”, puede ser el Rector Oliva, el Padre Oliva o el Ingeniero Oliva…

Como académico tuve la necesidad de ver el injustificado interrogatorio; fue infame, irrespetuoso, irreverente y sobre todo IGNORANTE y con mayúscula.

Los diputados desconocieron la institucionalidad universitaria; desconocieron el funcionamiento administrativo académico de las universidades; desconocieron absolutamente todo, y por si fuera poco, de modo malintencionado buscaban enredar el discurso y cambiar el sentido de las preguntas y obviamente de las respuestas.

Inclusive sobrepusieron las deficiencias históricas del sistema educativo a la eficiencia de los proyectos ejecutados por la UCA, deficiencia que hoy se mantienen, luego de casi tres años de gobierno.

Además, violaron con su narrativa la autonomía y libertad universitaria, cuestionando decisiones gerenciales y definición de los montos de cuotas universitarias. Manipularon hechos políticos recientes, haciendo lecturas equivocadas y a conveniencia.

Este pseudo moralismo y la ideologización de estos diputados es impresionantemente vergonzoso. Para terminar utilizaron el nombre del P. Ellacuría para limpiar la basura del proceso inquisidor, en dónde suelen utilizar una metodología perversa para hacer ver mal a los interrogados: a) repetir frases incorrectas o mentiras; b) intentar desubicación emocional para que pierda el control el entrevistado; c) callar al interrogado; entre otras.

A una institución como la UCA no se le llama al estrado para compartir tiempos y espacios con “organizaciones de fachada”; mucho menos se cita a un rector para exponerlo e intentar ridiculizarlo. Afortunadamente el P. Andreu llevaba todo documentado, y esto les obligó a improvisar otras estrategias para el descrédito.

Muchas universidades hemos sido implementadoras, ejecutoras o socias estratégicas del Ministerio de Educación, para apoyar las políticas públicas educativas; la UCA particularmente, después de los Acuerdos de Paz, fue un actor clave intelectual. Los diputados deberían comenzar por leer el diagnóstico UCA-Harvard-FEPADE de 1994, y de ahí en adelante, los mejores académicos del país aportaron ideas, conocimientos y capacidades para mejorar un sistema educativo destruido y abandonado por el conflicto armado; y estos cambios no se desarrollan o resuelven en una década.

Gracias a la UCA y a Talleres Gráficos UCA ha habido libros de texto, materiales didácticos, folletos para capacitaciones, cuadernillos de pruebas estandarizadas y muchos otros recursos que necesitan los maestros, los estudiantes y las escuelas.

La UCA, a pesar de la corrupción de los gobiernos, ha estado acompañando al sistema educativo del país desde las experiencias de las escuelas populares hasta el ensamblaje de ideas más sofisticadas en el campo pedagógico y didáctico. Todo esto merece respeto y admiración.

Algunos han intentado fabricar el modelo de las dos UCA, lo cual es una falacia y una estrategia de la perversidad humana e ideologizadora ante la incapacidad intelectual; hay una UCA, con sus defectos y luces; la UCA de Ellacuría es la misma de ayer, hoy y mañana; es la misma UCA de Rafa, Jon, Rodolfo, Chema, Piquito, la UCA liberadora; la misma UCA que se ha hecho cargo de la realidad, que ha cargado con la realidad y que se ha encargado de la realidad…

Oscar Picardo Joao
opicardo@asu.edu

REGRESAR A PORTADA