La necesidad de mejores liderazgos en la política

La población joven que representa un importante sector dentro de la sociedad salvadoreña tampoco está siendo correctamente representada en el Estado y los partidos políticos a pesar de sus eslóganes de juventud y renovación se contradicen con sus propios actos

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Yuri Rodríguez, subcampeón mundial de Fisicoculturismo recibió el premio en las instalaciones de El Diario de Hoy. Foto EDH / Yessica Hompanera

Por Sergio Campos

2021-02-24 10:00:58

Toda comunidad o forma de organización necesita reglas que permitan la conservación y el desarrollo de la misma; de igual forma, necesita contar con personas que se encarguen de ejecutar, legislar y juzgar. En pocas palabras, se vuelve menester que existan líderes que lleven adelante todas estas actividades cruciales para la supervivencia. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que, si hay algo que se mantiene constante, es precisamente el hecho de que las cosas cambian, es por ello por lo que las formas de liderar y la representación dentro de las instituciones políticas deben de adaptarse a estos cambios, permitiendo la incursión de nuevos rostros.
El Salvador es un país que, de acuerdo a diversas estimaciones demográficas, cuenta con una población superior a los siete millones de habitantes cuya mayoría son mujeres; a pesar de lo anterior, al analizar a quienes ostentan los puestos públicos en el país, nos damos cuenta de que no existe una representación fiel a la realidad. Al estudiar minuciosamente el papel de las mujeres dentro de los órganos fundamentales del Estado e instituciones oficiales autónomas, encontramos los siguientes datos: la Asamblea Legislativa cuenta con 26 diputadas (30.96 %), la Corte Suprema de Justicia cuenta con 5 magistradas dentro de sus 4 salas (33.33 %) y dentro del Órgano Ejecutivo encontramos 7 ministras (43.75 %) y 6 directoras/presidentas de autónomas (28.6 %). Esta desigualdad puede deberse a diversas circunstancias como el desinterés político que va aumentando con cada elección, así como a la falta de oportunidades que existe en distintas instituciones como los partidos políticos para incluir al género femenino.
En otro orden de ideas, la población joven que representa un importante sector dentro de la sociedad salvadoreña tampoco está siendo correctamente representada en el Estado y los partidos políticos a pesar de sus eslóganes de juventud y renovación se contradicen con sus propios actos. Si revisamos las candidaturas a diputados y diputadas de la Asamblea Legislativa de los 4 partidos políticos principales y limitamos nuestra búsqueda a ver cuantos de estos candidatos se encuentran entre los 25 y 30 años (población que no vivió directamente el conflicto armado) vemos que Nuevas Ideas con 16 candidaturas a diputados propietarios se encuentra en primer lugar en cuanto a representación juvenil, mientras que ARENA ocupa el último lugar con 3 candidaturas. Si bien es cierto que es importante que más jóvenes corran por un puesto público, ello no necesariamente va a generar los beneficios que se esperan, pues de poco (o nada) sirven candidatos nuevos y jóvenes si lo único que hacen es repetir el mismo discurso de generaciones pasadas, cayendo en el mismo servilismo que tanto ha dañado al país.
En conclusión, las instituciones públicas deben abrirse a nuevas formas de actuar, incluyendo a más sectores de la sociedad de manera que exista un verdadero debate dentro de las mismas y no una obra de marionetas. Si los funcionarios del gobierno son representantes del pueblo, entonces deben de reflejar la diversidad que precisamente existe en la sociedad incluyendo así a más jóvenes y mujeres, por ejemplo; no obstante, esta columna no debe entenderse como un desprecio a la experiencia y sabiduría de personas de mayor edad, sino como un llamado a que nuevas personas con voluntad de servir al pueblo busquen los espacios y obtengan las oportunidades para contribuir a la construcción de una nación más próspera.

Estudiante de Licenciatura en Ciencias Jurídicas
Miembro del Club de Opinión Política Estudiantil