En la Asamblea Legislativa se encuentra en estudio una serie de reformas relacionadas a la Ley de Transporte Terrestre Tránsito y Seguridad Vial. Siendo interesante poder resaltar el incremento de las cuantías de las infracciones (multas). Infracciones de transito leves, graves y muy graves que podrían incrementarse considerablemente en comparación a las cantidades que actualmente se encuentran vigentes en la normativa.
Según datos del Viceministerio de Transporte (VMT), un saldo aproximado de 1,051 fallecidos y 8,290 lesionados fue el resultado de 15,456 accidentes viales ocurridos en 2020, lo cual no deja de ser escalofriante para nuestra sociedad. Los datos reflejan una necesidad de que debe fomentarse una cultura y seguridad vial para todos/as.
La cultura vial hace referencia al fomento y construcción de un entorno y convivencia afable, responsable y respetuosa entre todos/as los que utilizamos vías de tránsito, sean estas aceras, rutas, caminos, ciclo vías, etc. Desde el peatón que habiendo pasarela para cruzar la calle se lanza como kamikaze dando brincos para esquivar automotores de todo calibre hasta los que tienen la responsabilidad de conducir unidades de autobuses colectivos y que muy probablemente olvidan que trasladan seres humanos, conduciendo de manera desmesurada e irracional.
Además, la cultura vial nos refiere al hecho que debemos comprender cuáles son los derechos y deberes que debemos cumplir al transitar. De esta forma, la cultura vial ayuda a fomentar en nuestro entorno social un comportamiento critico y racional al utilizar las vías de tránsito y espacios de movilidad. Lo anterior suma significativamente a salvaguardar la integridad de nosotros mismos y de los demás que transitan en las diversas vías.
Por lo anterior, además del incremento en las cuantías de las multas y reformas que puedan ser incorporadas en las normativas de tránsito en nuestro país, se debe fomentar la cultura vial a través de la divulgación, programas de formación continua y herramientas educativas al servicio de la población, con el objeto de lograr objetivos que sean trazados tanto a corto como largo plazo y que estos se encuentren acompañados de una continuidad a lo largo del tiempo para beneficio de todos/as.
La siniestralidad vial es un tema que siempre debe ser un punto de agenda nacional para sumar esfuerzos articulados en aras de erradicar incidentes que involucren un agravio a la integridad de la persona humana. Está en nuestras manos y es tarea de todos los sectores sociales aportar nuestro esfuerzo para poder mejorar en la cultura y seguridad vial. “Para comprender la seguridad no hay que enfrentarse a ella, sino incorporarla a uno mismo” (Allan Watts (1915 – 1973), filósofo británico).
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Decano de la Universidad Nueva San Salvador