Interpelación al Ministro de la Defensa… lo que no se dijo

Existe una premisa aceptada universalmente que dice así: “Un líder o funcionario al frente de una organización pública o privada puede delegar tareas, mas no puede delegar responsabilidades”.  Dicha premisa deriva en que, prácticamente, es imposible que un ministro y el Alto Mando a cargo de una institución, tan importante como la Fuerza Armada, se desentiendan por completo de hechos y no asuman responsabilidad alguna de “los procedimientos militares ocurridos”.

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Vladimir, motorista de la ruta 11C, que recorre entre San Marcos y la capital, colocó un plástico en el contorno de su asiento en afán de prevenir contagiarse de COVID-19. Él tenía cuatro meses de no trabajar. Foto EDH / Jessica Orellana

Por Carlos Ernesto Mena Guerra

2020-08-25 5:35:32

 

Se puede afirmar que, durante la interpelación al ministro de la Defensa Nacional, Francis Merino Monroy, vinculada a la “ocupación militar” de la Asamblea Legislativa el 9 de febrero, las 17 preguntas formuladas por los diputados recibieron respuestas evasivas, afincadas en tecnicismos que si lo ocurrido fue una operación militar o no lo fue. Así mismo en lo relativo al nombre del funcionario responsable de los eventos sucedidos  el 8 y 9 de febrero.

A pesar de las evasivas, los diputados dijeron haber obtenido información valiosa que, después de procesarse y ordenarse adecuadamente, podría convertirse en un documento que arroje elementos útiles a la comisión especial para convocar a otro funcionario, o concluir en probables hechos individualizados como violaciones a las leyes.

En relación con lo que no se dijo, pero sí estuvo en el ambiente, comento lo siguiente. Primero, existe una premisa aceptada universalmente que dice así: “Un líder o funcionario al frente de una organización pública o privada puede delegar tareas, mas no puede delegar responsabilidades”.  Dicha premisa deriva en que, prácticamente, es imposible que un ministro y el Alto Mando a cargo de una institución, tan importante como la Fuerza Armada, se desentiendan por completo de hechos y no asuman responsabilidad alguna de “los procedimientos militares ocurridos”.

Segundo: si bien fue el Sr. Ministro Monroy el funcionario interpelado, por estar a cargo del despacho, el mensaje implícito de la interpelación ha sido dirigido también a todo el Alto Mando y los comandantes de unidades militares a lo largo y ancho del país, para que se den por enterados de que los órganos del Estado, la democracia y la República no pueden ser puestos en riesgo por ninguna institución.

Tercero: reitera al Sr. Presidente de la República que se abstenga de exceder sus facultades constitucionales y se pague al artículo 86 de la Constitución, específicamente su segunda parte. Además, que cese de instrumentalizar a la gloriosa y respetable Fuerza Armada para alcanzar sus propios intereses políticos y evite continuar asignando misiones diferentes a las atribuidas a la F.A. en el artículo 212 de la Constitución.

Cuarto: Advierte, en esta interpelación sin precedentes en la historia de la Fuerza Armada, al Sr. Ministro, al Alto Mando y demás comandantes de unidades militares, se abstengan de obedecer órdenes de carácter ilegal y se apeguen a lo que mandata la Constitución en los artículos 235, 244 y 245.

Importante precedente se ha establecido para que podamos seguir en democracia y poder decir: “El Ejército vivirá mientras viva la República”.

 

Militar y candidato a Diputado por La Libertad por el partido político VAMOS.