60 minutos de transparencia

Para los salvadoreños que oímos el mensaje fue una huacalada de agua helada, que causó la misma sensación de inseguridad, angustia y miedo que tendría el anuncio por parte de un piloto en pleno vuelo diciéndole a la tripulación y a los pasajeros que los motores del avión están en ruinas y nada funciona.

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El defensor español del Real Madrid Sergio Ramos (R) habla con el defensor español del Barcelona Gerard Piqué durante el partido de fútbol de la liga española entre el Real Madrid CF y el FC Barcelona en el estadio Santiago Bernabeu en Madrid el 2 de marzo de 2019. (Photo by OSCAR DEL POZO / AFP)

Por Cristina López

2019-12-17 7:37:33

Los domingos por la noche, la cadena estadounidense de televisión CBS produce desde 1968 el programa “60 minutes”, uno de los espacios televisivos de entrevista más respetados en el país por la calidad de su periodismo investigativo y su capacidad de contextualizar problemas complejos en solo 60 minutos (menos, alrededor de 42, si se toman en cuenta los comerciales).
El domingo pasado el programa dedicó uno de sus segmentos a entrevistar a nuestro presidente, Nayib Bukele, decididamente una decisión comunicacional por parte de su equipo mucho más acertada que la chambonada del pasado septiembre de ir a Fox News, un canal decididamente anti-inmigrante. De cualquier manera, la entrevista fue un vistazo interesante a la manera en la que nuestro presidente, que se muestra siempre tan reacio a hablar con la prensa local, presenta la realidad nacional a audiencias extranjeras.
Un vistazo donde Bukele reconoció que en el país las maras son, de facto, un gobierno paralelo, y donde comentó que uno de los retos más grandes para el país es crear una sociedad en la que nuestra gente tiene opciones distintas a tener que arriesgarlo todo y emigrar.
“Nuestra economía entera está en ruinas y nada funciona”, reconoció el presidente ante la corresponsal que lo entrevistaba, Sharyl Alfonsi, sorprendiendo a Alfonsi por la explosiva sinceridad de la declaración. Alfonsi incluso le dijo: “Eso no es poca cosa para que lo diga un presidente, decir que nada funciona”. Quizás para audiencias menos familiarizadas con el presidente de El Salvador y la realidad de nuestro país, la sinceridad habrá sido interpretada como refrescante en comparación a las tradicionales respuestas esquivas de tantos gobernantes. Pero para los salvadoreños que oímos el mensaje fue una huacalada de agua helada, que causó la misma sensación de inseguridad, angustia y miedo que tendría el anuncio por parte de un piloto en pleno vuelo diciéndole a la tripulación y a los pasajeros que los motores del avión están en ruinas y nada funciona.
Quizás la estrategia del presidente era vender a las audiencias estadounidenses que no se pierden el programa dominical un escenario de urgencia, tal vez para invitar al aumento de la cooperación internacional. Lo que preocupa es que no se le ocurrió cómo podrían interpretar el mensaje los inversionistas buscando destinos en Latino América para crear empleos y expandir sus negocios. O los salvadoreños en el exterior, extrañando a su Patria y a su gente y convenciéndose de que el nuestro no es un país al que se puede regresar. Porque si Bukele sabe que este es el estado en el que se encuentra nuestra economía, ¿de qué manera espera cumplir el acuerdo en el que prometió a Estados Unidos recibir en El Salvador a quienes buscan asilo en territorio estadounidense mientras esperan los resultados iniciales de su proceso? Dijo en la entrevista que el acuerdo dependía de muchas variables. ¿Será entonces que deberíamos empezar a aplicar “peros” y “dependes” a todas sus promesas de soluciones milagrosas?
No le alcanzaron a Alfonsi los minutos para presionar a Bukele y oír qué plan tiene, fuera del “control territorial” manodurista, para hacer que la violencia cese y la economía deje de ser las “ruinas” en las que “nada funciona”. Ojalá a la prensa local también le diera el presidente 60 minutos de su tiempo más a menudo, sin cortinas de humo ni mensajes pre-grabados, para que pudieran preguntarle lo mismo.

Lic. en Derecho de ESEN, con maestría en Políticas Públicas de Georgetown University.

@crislopezg