Todos los salvadoreños, tengamos nuestro propio auto o no, hemos experimentado, al menos durante alguna ocasión, lo que significa nuestro transporte público colectivo. Cuando era universitaria recuerdo haber utilizado a diario las rutas 46, 44 o la 101-C para ir a estudiar a la UCA. En 1988 me tocaba tomar dos buses desde mi casa a la Universidad. Y ya en aquel momento, la experiencia era difícil y engorrosa. Debía salir de mi casa al menos dos horas antes del inicio de clases. En ese tiempo la guerra civil no había terminado y era muy peligroso trasladarse en autobús en horas nocturnas. Si salíamos tarde de clases, la única opción era el microbús que siempre estaba lleno y abarrotado de estudiantes. ¿Cuántas veces me tocó ir colgada de la puerta de un microbús? Todo con tal de no esperar más, y acercarme a mi hogar antes de que oscureciera.
Treinta años después, la situación ha empeorado. Ahora el tráfico es más congestionado debido a que hay más carros circulando en las mismas calles y avenidas. Solo en el AMSS hay más de medio millón de vehículos transitando a diario. Treinta años después, aunque al menos existe un sistema nuevo, Sitramss (en una única vía), con ómnibus articulados modernos, lejos de ser una solución, el modelo de diseño de Sitramss trajo repercusiones negativas al tráfico de vehículos en la alameda Juan Pablo II. Aunque las flotas de algunas rutas de buses han sido actualizadas, todavía vemos buses antiguos y arruinados que llenan nuestro aire con hollín. Lo peor es que aún hay unidades obsoletas que siguen transportando más personas de las que deberían. Aunque ahora conduzco, la foto de mis memorias de estudiante, colgando de la puerta de un microbús, es el pan diario obligado de miles de personas.
Hace más de un año publiqué en mi blog sobre la necesidad de construir un metro-tren como principal sistema de transporte colectivo entre San Salvador y los municipios más cercanos (Soyapango, Cuscatancingo, Mejicanos, San Marcos, Santa Tecla, Apopa). Utilicé este proyecto como ejemplo para explicar la metodología interactiva de “Modelos de Negocios”, de Alex Osterwalder y Yves Pigneur. Osterwalder-Pigneur son los autores de una herramienta para diseño de modelos de negocios llamada “El Canvas de Modelo de Negocio”. Si desean más información con respecto a la forma cual se utiliza esta metodología, favor visitar los siguientes links:
https://eleonoraescalantestrategy.wordpress.com/2017/07/19/business-models-change/.
https://eleonoraescalantestrategy.wordpress.com/2018/10/26/entrepreneurs-without-money-xxxiii-el-salvador-possible-entrepreneurship-journey-with-china-financial-context-part-d/.
El proyecto de Metro Tren para la ciudad San Salvador y municipios aledaños sería la solución perfecta para el problema de tráfico que es un calvario para todos. No solo para los que utilizan buses o microbuses, sino también para los que manejamos un automóvil, especialmente en las horas de mayor circulación (horas de entrada y salida de nuestros trabajos y entidades educativas). Conozco de casos de personas que se levantan a las 4:00 de la madrugada y que habitan en Soyapango o en Apopa. Aunque su hora de entrada laboral es 8:00 a.m., al emplear tres distintas rutas de buses, ¡se tardan más de 3 horas en llegar! La situación es igual para los que conducen coche. Todos los días hay accidentes automovilísticos en principales calles o avenidas, y eso hace de la experiencia de conducir una notoria tribulación cotidiana. El alto tráfico genera no solo situaciones emocionales de estrés, sino también violencia en interacciones sociales, empeoramiento de padecimientos metabólicos y hasta enfermedades como migrañas o constantes dolores de cabeza.
Un sistema de trenes eléctricos, moderno y con estándares de calidad para una vida útil de 100 años o más es una necesidad preponderante y inaplazable para nuestra capital. A estas alturas, no importa si se actualizan las flotas de buses existentes, o tapizan los asientos, o incluyen televisión, aire acondicionado o más música. La congestión de tráfico es un problema grave que amerita una solución integral diferente para el futuro.
Con mucha alegría he leído que Panamá ya está construyendo su segunda línea de metro. Costa Rica acaba de presentar un anteproyecto de dos líneas de tren eléctrico. Guatemala también está ya hablando de un diseño de un metro subterráneo para su ciudad. Y nosotros, ¿cuándo?
MBA-MEng
CEO-Fundadora de Eleonora Escalante Strategy.
www.eleonoraescalantestrategy.wordpress.com