Hemos entrado oficialmente en la campaña electoral. Es el momento de propuestas concretas, de anuncios, de figuras que dan su apoyo públicamente a los candidatos, de dimes, diretes y de algunos que imaginan conspiraciones absurdas.
Y aunque podríamos discutir sobre las advertencias que hizo un reconocido médico sobre el islam, la Yihad, Hitler 2.0. y no sé cuántas cosas más, la verdadera y gran novedad en la carrera presidencial 2019 son las Paranoicas Ideas de quienes ven complots en todo. Basta echar un vistazo en Twitter para encontrar afirmaciones que rozan la ridiculez.
Resulta que los magistrados del TSE salen serios en todas las fotos que tomaron al inscribirse la fórmula de Nuevas Ideas porque Bukele logró “salirse con las suyas” y participar en estas elecciones. Resulta que andan diciendo que piden el DUI en un establecimiento porque están haciendo un listado de posibles votantes, pero es el procedimiento ordinario cuando se paga con tarjeta. Resulta que YouTube cayó a nivel mundial para que no pudieran subir algunos contenidos en apoyo al exalcalde capitalino. Así publican cada sandez, a cuál más descabellada. Pensaba que ya lo había visto todo cuando quisieron vendernos que el “sistema” estaba en contra de Nayib.
¿Es una broma? Quisiera que todo fuera un juego -y quizás lo es para quienes generan estos contenidos-, pero al parecer muchos se lo toman realmente en serio. Lo triste es que tantos que se las creen y comentan enardecidos por tales cosas, son personas reales, de carne y hueso, no del ejército de troles. ¡Por favor, jóvenes, no hagan quedar mal a nuestra generación!
Sostener y difundir tales paranoias puede ser una reacción del hígado hinchado por tanto mal político, por la ceguera a causa del fanatismo idolátrico hacia una figura o simplemente por ignorancia; así de triste. Ahora sí que podemos echar en cara esos famosos 20 + 10 años de administraciones pasadas que se quedaron cortas en la educación. Bien decía un señor en Twitter, al ver todos los comentarios de apoyo a las Paranoicas Ideas, que si los gobiernos del pasado hubiesen apostado a una instrucción digna, no tendríamos esa cantidad desmedida de menos pensantes.
El político que repite tonterías a diestra y siniestra es un peligro, no tanto por lo que dice, sino por quienes lo siguen y lo hacen llegar al poder. Como bien decía Facundo Cabral, eso es lo que da miedo, porque al ser mayoría eligen hasta el presidente. Palabras duras, pero muy ciertas y sabias.
Que todas estas Paranoicas Ideas no desvíen nuestra atención. Distraernos y engañarnos es el objetivo de Nayib Bukele y su campaña. Se presenta como ajeno al “sistema”, cuando es su hijo y ha caído en lo peorcito del mismo. Se desmarca del FMLN y lanza duras críticas a Funes, pero su silencio cuando estaba dentro del partido lo hace cómplice. Si sus intenciones y acusaciones fueran sinceras, en su momento hubiera cuestionado el asilo exprés que dieron en Nicaragua al otro bachiller.
Después de criticar férreamente a los partidos políticos y afirmar que jamás entraría a uno, vimos cómo se inmiscuyó en GANA, que ya sabemos qué tipo de institución es. Tanto que Will Salgado bien mansito de un día a otro. Por mucho que lo pinten de celeste, pongan la golondrina y no mencionen el nombre del partido en la propaganda, no perdamos de vista que es el partido de Tony Saca y de otros tránsfugas como Guillermo Gallegos (con un cuestionado proyecto en Probidad que lo absolvería pese a no justificar medio millón de dólares) o finezas tipo Walter Araujo.
No podemos dejar de lado el alto endeudamiento de la alcaldía, con proyectos fracasados como el Mercado Cuscatlán, ni el caso pendiente que tiene el sujeto en Probidad, por no declarar $846,622.45 que recibió de la empresa de publicidad Obermet, S.A. de C.V, dirigida por su hermano Karim Bukele.
¿Realmente quieren que un tipo así gobierne nuestro país y que luche contra la corrupción más enquistada? Estas no son ni Paranoicas Ideas, ni Nuevas Ideas; es la típica politiquería vieja convenenciera, maquillada de celeste.
Comunicador.
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