La paz en Centroamérica: ¡El espíritu de Esquipulas vive!

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Por Vinicio Cerezo

2018-08-10 8:28:25

Hoy más que nunca vamos a apostarle a la integración y al diálogo para consolidar la paz en nuestra región. Como centroamericanos vamos a defender la paz y nuestro proceso de integración como ese instrumento para sumar esfuerzos y voluntades para el desarrollo de nuestros pueblos.

Como Secretario General del SICA tengo un compromiso con todos los pueblos de Centroamérica y seguiré trabajando para que la integración y la unidad de nuestros pueblos nos brinden oportunidades para garantizar el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos. Desde que inició la crisis en Nicaragua nos hemos pronunciado a favor del diálogo y de buscar una solución pacífica para evitar más derramamiento de sangre de nuestros hermanos y hermanas nicaragüenses.

Personalmente desde el inicio he manifestado mi preocupación y solidaridad con el pueblo de Nicaragua. Hicimos un llamado también al Gobierno de Nicaragua a tutelar de manera estricta los derechos humanos. Así, como un llamado a las partes a privilegiar el diálogo y las soluciones políticas frente a la violencia.

Los gobiernos que conforman el SICA también han manifestado su preocupación en diversas oportunidades y, el 30 de junio el máximo órgano del SICA, la Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno, emitió “La Declaración Especial por Nicaragua”, en la que se hizo un llamado para detener todas las manifestaciones de violencia, la preocupación por el respeto a los derechos humanos y, entre otras consideraciones, se me encomendó contribuir con la solución de la crisis en Nicaragua. En el SICA las decisiones se toman por consenso, por lo que no es fácil alcanzar acuerdos, sobre todo en temas tan delicados que involucran a uno de los Estados miembros, sin embargo, la voluntad de todos los países miembros por encontrar soluciones quedó plasmada en esta Declaración.

Desde el SICA estamos dispuestos a acompañar este proceso para que la integración sea ese instrumento de paz y desarrollo, como lo hicimos en Esquipulas I y II. Sin embargo, como lo he manifestado en repetidas ocasiones la solución a la crisis de Nicaragua no está en los organismos regionales o multilaterales. Está en la voluntad de los actores internos por alcanzar soluciones políticas viables y sostenibles.

Sí hace más de treinta años, en medio de la guerra fría y sangrientos conflictos armados internos, pudimos dialogar para buscar juntos soluciones a nuestros problemas, hoy más que nunca debemos apostarle a la concertación, a la integración y a la suma de nuestros esfuerzos para poner fin a este conflicto. El diálogo siempre será el camino para resolver nuestras diferencias y por ello la integración regional es más necesaria que antes por razones históricas y por razones de futuro. Debemos trabajar juntos por construir una Centroamérica de más y mejores oportunidades.

En Centroamérica anhelamos la paz, generaciones completas hemos dedicado parte de nuestras vidas a la construcción de la misma. No ha sido un camino fácil, ha conllevado presiones nacionales e internacionales, pero ha sido la gran apuesta de muchas mujeres y hombres que soñaban y seguimos soñando con una región de paz. Nunca más la guerra, nunca más la violencia como medio para dirimir nuestras diferencias.

El diálogo y la cordura deben siempre prevalecer de parte de todos los sectores. No perdamos de vista que la paz no es una meta que se alcanza un día, no es una conquista diaria, es una cultura que debemos construir de muchas formas. No puede haber paz sin las condiciones dignas para el desarrollo de los pueblos.

No hay otro camino, la paz es el camino para alcanzar y construir una región de oportunidades. ¡El espíritu de Esquipulas vive y tiene más vigencia que nunca!

Secretario General del SICA
Presidente de Guatemala 1986- 1991