Columna Transversal: mal cálculo

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Bryan Mayorga, Sthepanie Sophia Cruz y Nestor Palacios Foto Ricardo Flores

Por Paolo Lüers

2018-06-28 7:52:41

El ataque a la Sala de lo Constitucional y las amenazas directas al magistrado Rodolfo González no son simplemente unos pasos más en la acostumbrada retórica demagógica de Nuevas Ideas. Marcan un paso más de este movimiento y su líder al desconocimiento de la institucionalidad del país —y un paso aún más peligroso: al uso de la violencia política. Quien juega así con el fuego, está al punto de romper el consenso social que desde los Acuerdos de Paz no permitía volver al uso de la violencia para fines políticos.

Cuando en la transición a la paz fueron asesinados algunos dirigentes del Frente, la sociedad entera levantó su voz y paró una nueva escalada de violencia política.

Cuando en 2006 un comando vinculado a estructuras del FMLN, dirigido por Mario Belloso, perpetró un atentado contra agentes policiales, la sociedad entera exigió al FMLN desarmar estas estructuras y estrategias —y lo hizo.

Hemos logrado mantener vigente este sólido consenso social contra la violencia política, es una lección aprendida de nuestra historia. Esto nos ha salvado del peor de los males: el uso de la violencia para preservar o alcanzar el poder. Hemos tenido violencia de todo tipo (social, intrafamiliar, contra mujeres, de pandillas, de policías…) pero no contra jueces, políticos, periodistas, sindicalistas o empresarios.

La sociedad salvadoreña no está dispuesta a permitirle a nadie romper este consenso. Tampoco a Nayib Bukele y sus apóstoles. Uno de ellos, de nombre Silvio Aquino, viaja por Europa como “emisario” de Bukele para organizar grupos de apoyo a Nuevas Ideas. Fue él quien en Twitter llamó a asediar la casa del magistrado Rodolfo González, para presionar a la Sala de lo Constitucional que desista de su supuesta intención de ordenar la cancelación del CD y así bloquear la candidatura presidencial de Bukele.

Viendo la personalidad y trayectoria de este activista subcultural elevado a apóstol por el líder de Nuevas Ideas, uno podría pensar que se trato del desliz de un loquito. Lamentablemente, no es así. Los tuits de Aquino siguieron la línea de su líder. Bukele escribió en Twitter: “Yo sé que eso es lo que quieren los mismos de siempre, su plan es arrinconarnos ahí, pero no nos dejan otra opción: Si no hay democracia, salimos a las calles”. Y enseguida dio retuit y aval a la amenaza contra Rodolfo González.

¿Qué hizo el magistrado para provocar la ira de Bukele y sus apóstoles? Anunció que esta semana la Sala va a deliberar sobre una resolución del TSE de 2015, en la cual declaró inaplicable el artículo 47 de la Ley de Partidos Políticos. Este artículo ordena que un partido será cancelado si no alcanza 50 mil votos o una diputación. El CD no cumplió ninguno de los dos requisitos en las elecciones de 2015, pero el TSE le perdonó la vida, interpretando que este artículo viola el principio del pluralismo político.

Siempre cuando un tribunal declara inaplicable una ley por razones constitucionales, la Sala tiene que sentenciar sobre la ley en cuestión.

El mismo CD, a través de su director de comunicaciones, pidió que la Sala no demore más esta revisión, para crear seguridad jurídica en una situación donde el CD pretende participar en las elecciones presidenciales, lanzando como candidato a Bukele. En este sentido es incomprensible que Nuevas Ideas y el CD hayan interpretado el anuncio del magistrado González como intención de bloquear la candidatura de Bukele.

La Sala no va a decidir sobre la suspensión o sobrevivencia del CD como partido. Mucho menos sobre la candidatura de Bukele. La Sala únicamente va a revisar si el TSE tuvo razón cuando declaró inaplicable el artículo 47. En caso de que la Sala decida revertir la interpretación del TSE, no significa que suspende el CD ni deja nuevamente sin vehículo a Bukele. Significa que a partir de ahora el TSE ya no podrá negarse a aplicar el artículo 47.

Incluso si la Sala declarara inválida la resolución del TSE de mantener vivo al CD, esto no suspende su existencia como partido. Sería el TSE que nuevamente tendrá que decidir sobre vida o muerte del CD -—y tendrá buenos argumentos para dejarlo con vida, porque de hecho siguió existiendo, y en las últimas elecciones ganó una diputación.

Viendo las cosas como realmente son, nada justifica que Bukele se presente como víctima de un bloqueo sistemático a su candidatura. Mucho menos justifica movilizaciones contra la Sala y amenazas a los magistrados.

Lo que Bukele, Nuevas Ideas y el CD están haciendo con toda esta arenga es crear un conflicto artificial para sostener su tesis de que “el sistema” está usando las instituciones (TSE y Sala de lo Constitucional), porque “los partidos de siempre” no se atreven a medirse en elecciones con ellos. Esto confirma la falta de respeto que Bukele tiene para la institucionalidad del país. Lo demostró cuando quiso intimidar a la Fiscalía, movilizando a sus indignados seguidores a asediar la sede del Ministerio Público. Lo mostró cuando expresó que al ser presidente y no tener apoyo legislativo buscaría la forma de disolver la Asamblea. Lo demuestra hoy instigando a sus turbas a intimidar a los magistrados de la Sala y del TSE.

Lo que no toma en cuenta es que la sociedad salvadoreña no tolera ni violencia política ni ataques contra la independencia judicial. Con esta campaña Bukele puede lograr movilizar y radicalizar a sus seguidores en su postura antipolítica y antisistema, pero al mismo tiempo se aísla del resto de la sociedad, incluyendo los sectores que comparten su desencanto con los partidos. Son precisamente estos los sectores que más se han movilizado para defender a la Sala de lo Constitucional. Y son los sectores que tanto él como cualquier otro candidato necesita para ganar elecciones. Mal cálculo de Bukele.

Periodista.