Las verdaderas coaliciones

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Por Manuel Hinds

2018-06-21 8:04:29

Prácticamente todos los partidos políticos se han declarado abiertos a la posibilidad de crear coaliciones con otros partidos para las elecciones presidenciales de 2019. Aunque puede haber otras motivaciones para hacerlo, la idea detrás de esas coaliciones sería aumentar el caudal de votos en dichas elecciones.

En el caso de El Salvador llama la atención que los partidos políticos estén tratando de unirse para aumentar sus votos cuando el problema principal de ellos no es que se estén quitando votos entre ellos mismos sino que la población les ha estado quitando votos a todos juntos. Es decir, en nuestro caso, los partidos crearían coaliciones para sumar sus participaciones de un total de votos que se está encogiendo. En vez de formar coaliciones entre partidos, los partidos que quieran aumentar sus votos deberían de buscar formar coaliciones de ciudadanos que los apoyen, incluyendo a los que han ido dejando de votar. Ese es el lago donde hay más pescados, y donde el número de pescados está creciendo más rápidamente.

Pero, ¿por qué no hacer las dos cosas si en el peor de los casos lo que podría pasar es que la coalición no sume los votos? La respuesta es que, en nuestro caso, las coaliciones pueden resultar en menos votos que los que un partido solo podría ganar. Es decir, si el primer partido tiene 100 votantes y el segundo 25, puede suceder que su coalición gane solo 75, con lo que el partido mayor habría perdido un porcentaje alto de votos. ¿Cómo puede pasar esto, y a quiénes les puede pasar?

En el caso de El Salvador puede pasar porque los votantes se han ido decepcionando de los partidos políticos y dejando de votar por cualquiera de ellos porque los consideran corruptos, ineficientes o anticuados, motivados no por la mejoría de sus votantes sino por la mejoría de los miembros de sus cúpulas de poder. Toda acción que haga que más gente piense que esto es así, logra que se decepcionen más votantes y dejen de votar. Una de estas acciones puede darse cuando un partido político hace una coalición con un partido que la población considera que es más corrupto o ineficiente, y que pertenece a la vieja manera de hacer política. En estos casos, las coaliciones pueden reducir el número total de votantes de los partidos que tienen mejor prestigio sin aumentar el número de votos de los asociados en sus coaliciones.

Es decir, los partidos que tienen mejor prestigio, o los que lo están aumentando, son las potenciales víctimas de esta reducción de votos por decepción. En los momentos actuales, esto identifica claramente a ARENA, que, con mucho esfuerzo, ha ido institucionalizándose y ha ido mejorando muy sustancialmente en términos de candidatos y de procedimientos. Los avances de ARENA han sido muy superiores a los que han logrado otros partidos, que se han quedado en el estilo de política que ha ido decepcionando a muchos votantes. Eso le está dando ventaja a ARENA para atraer de regreso a muchos de los que se han ido yendo al campo de los que no votan.

En este momento, hacer coaliciones con esos partidos niega las reformas que han llevado a ARENA adonde está ahora, y niega la ventaja que eso le pueda dar para atraer a sus viejos partidarios ahora decepcionados. Pero aun, puede decepcionar a muchos que se han quedado y que ven las reformas con creciente esperanza. Este efecto puede ser muy grave especialmente porque ARENA está todavía luchando internamente para ir profundizando su reforma. Si está teniendo problemas con la eliminación de las herencias de su propio pasado, ¿cómo puede insertar en su propio terreno herencias peores de partidos en donde esas herencias todavía son la corriente principal de su presente?

ARENA está trabajando en coaligar sectores de la población que, sin pertenecer al partido, están de acuerdo con su evolución hacia un partido moderno, con visión al futuro. Estas son las coaliciones que ARENA necesita, las que le pueden traer votos, ideas y personas que pueden ayudar a hacer mejor a nuestro país. Las otras coaliciones hay que verlas con un lente doble: los votos que pueden traer, y los votos que pueden hacer perder.

Máster en Economía
Northwestern University