La palabra “abogado” deriva del latín advocatus, que a su vez deriva de la expresión latina ad auxilium vocatus, que se traduce como “el llamado para auxiliar”. El abogado es entonces aquél que advoca o defiende a favor de alguien.
En virtud de una reforma constitucional introducida luego de la firma de los Acuerdos de Paz, la elección de candidatos a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que recae en la Asamblea Legislativa, debe hacerse a partir de una lista de treinta candidatos que remite el Consejo Nacional de la Judicatura. De éstos, quince candidatos provienen de entidades representativas de los abogados de El Salvador, a través de una elección como a la que estamos llamados todos los abogados de la República, éste próximo sábado 10 de marzo.
La Constitución señala que los Magistrados deben ser independientes y estar sometidos exclusivamente a la Constitución y a las leyes. Ésta garantía de independencia es la que ha permitido que la actual Sala de lo Constitucional emita sentencias en las que ha reconocido, entre otros, nuestro derecho constitucional de acceso a la información pública; el derecho a elegir directamente – a través del voto por rostro— a los diputados que nos representan en la Asamblea Legislativa; la opción de emitir el voto cruzado; la obligación del Estado de tener suficientes medicamentos en los hospitales públicos y la obligación de financiar adecuadamente el presupuesto nacional.
Por ello, ante la oscura y peligrosa propuesta de algunos sectores de “tomarse” la Sala de lo Constitucional y de reformar la Constitución para modificar la forma de elección de Magistrados, los que tenemos el privilegio de ser abogados estamos obligados a atender el llamado de auxilio que nos hacen nuestros compatriotas a defender nuestro Estado de Derecho, acudiendo a las urnas y procurando así que lleguen a la Corte Suprema de Justicia únicamente aquellos candidatos de moralidad y competencia notoria, quienes estén comprometidos a cumplir con su indelegable atribución de vigilar por que se administre pronta y cumplida justicia.
Todo está listo para que podamos emitir nuestro voto éste próximo sábado 10 de marzo, por lo que es importante tener en cuenta algunos aspectos. Se podrá votar en los respectivos centros judiciales de todas las cabeceras departamentales del país, desde las ocho de la mañana y hasta las cinco de la tarde, presentando únicamente nuestro Carnet de Abogado, DUI o pasaporte. El padrón ha sido depurado y actualizado hasta el 14 de febrero de 2018, por lo que será fácil verificar que el votante sea un abogado autorizado. Aquéllos abogados cuyo acuerdo se emitió con posterioridad a esa fecha, deberán presentar el respectivo acuerdo y su DUI para poder votar. Hay veintidós candidatos y será permitido votar por un máximo de quince; de lo contrario, se anulará el voto. Cinco de los candidatos han sido propuestos por el Centro de Estudios Jurídicos —al cual honrosamente pertenezco— luego de un exhaustivo y ejemplar proceso de selección, por lo que me permito recomendar que voten por ellos.
Es importante advertir que entre los veintidós candidatos hay varios de cuestionable independencia, incluyendo algunos que han sido suspendidos de cargos públicos por la Sala de lo Constitucional por tener claros vínculos partidarios y otros que han sido acérrimos críticos de la Sala de lo Constitucional. De ellos debemos tener un extremo cuidado.
Así pues, ejerzamos con profunda responsabilidad nuestro deber de elegir a quince candidatos a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, entre quienes podrían estar los próximos cuatro Magistrados de la Sala de lo Constitucional y uno de la Sala de lo Civil. Cumplamos con el encargo que nos ha confiado la Constitución y que nos impone nuestra querida profesión. ¡Vamos todos a votar este sábado!
Abogado y Tesorero del
Centro de Estudios Jurídicos