Memorias y reflexiones de un adulto mayor

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elsalvador.com

Por Por Iván Mena*

2015-04-04 5:00:00

Durante mi infancia era proverbial oír la frase: “El general Maximiliano Hernández Martínez no robó ni dejó que robaran”. Cuando se fue al exilio, un amigo del general le donó cinco mil colones, pues no contaba con “ahorros”, como los de un diputado de la Asamblea actual. Se sabe que él mismo cuidaba cada centavo del presupuesto nacional, para que no fuese malversado. Durante su mandato hizo mejoras significativas en la infraestructura del país.

Cuando llegó al poder, en 1931, el general Martínez encontró al país con altas deudas internas y externas, las cuales mediante grandes sacrificios logró saldar. Después hizo colocar, con gran satisfacción, un rótulo en la Asamblea Legislativa que decía: “Propongo a la faz de la Nación que no consienta jamás la contratación de nuevos empréstitos”. Esto contrasta con la irresponsable y nefasta administración de Funes que endeudó al país a niveles excesivos.

Cuando el general fue asesinado, en 1966, una radiodifusora hondureña, al anunciar su muerte, lo describió como “el hombre a quien El Salvador debe su progreso”.

Los comunistas criollos lo han satanizado y vilipendiado, especialmente por haber sofocado la revuelta liderada por Farabundo Martí, a quien capturó y fusiló. Hay que mencionar que Martí, en su avance hacia la capital, acompañado de muchos seguidores, venía cometiendo crímenes, robos y violaciones. En sus arengas decía a sus seguidores que todo aquel que tuviera más de 20 manzanas de tierra era un burgués al que había que cortarle la cabeza.

Después de la II Guerra Mundial surgieron dos bloques, el este y el oeste. El primero controlado por la extinta Unión Soviética y el segundo principalmente por los Estados Unidos. A partir de entonces surgieron dictaduras comunistas tanto en Europa como en países asiáticos, Corea del Norte, Vietnam y en Latinoamérica. Se conocieron asimismo figuras como Fidel Castro, mentor de otros dictadores como los Ortega de Nicaragua y últimamente Venezuela con Hugo Chávez, Nicolás Maduro y otros.

El estadista británico, Sir Winston Churchill, escribió: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia. Su defecto inherente es la distribución igualitaria de la miseria”.

En Nicaragua Daniel y Humberto Ortega son un claro ejemplo de totalitarismo: Humberto, de la noche a la mañana, resultó ostentando el grado de general, nombrado a dedo por su hermano, lo cual es muy frecuente y hasta emblemático entre los comunistas, como el paso dinástico del poder de manos de Fidel a su hermano Raúl, sin que los cubanos tuvieran nada qué ver en ello.

Refiriéndose a los Ortega, en una emisora costarricense escuché un editorial que se titulaba: “Quieren ser iguales al general Anastasio Somoza”. ¡No solo han sido iguales a Somoza, lo superaron!

Daniel Ortega es poseedor de una inmensa fortuna, mayor que la que jamás tuvo Somoza sumada a los millones que Chávez le envió, sacándolos del bolsillo del pueblo venezolano.

Respecto al fracaso del socialismo: Fidel Castro en pocos años hundió a Cuba en una profunda miseria. Su gobierno sobrevivió gracias a la Unión Soviética que le ayudó hasta que éste también fracasó. De manera providencial apareció Hugo Chávez que a la vez hundió a Venezuela en la pobreza extrema y el despotismo, como lo vemos ahora con su también dinástico sucesor, Maduro. No creo que este sea el faro que ilumine a Latinoamérica, ni a ningún país, mucho menos al nuestro.

Tenemos en El Salvador, desde hace seis años un puerto y un aeropuerto en abandono, sistemas de salud y transporte fracasados, jóvenes profesionales sin trabajo. Y ahora van tras los dineros de los trabajadores ahorrados en las AFP. Esto es el principio de la distribución igualitaria de la miseria.

Los comunistas manipulan turbas para bloquear calles y manchar paredes con grafiti, en propiedades públicas y privadas. Son expertos en culpar al adversario de sus propios fracasos y fechorías.

Los comunistas enquistados en la Universidad Nacional han promovido el marxismo-leninismo con manifestaciones desde los tiempos del ex presidente coronel José María Lemus, frenando así el desarrollo de nuestro país. Muchos simpatizantes del FMLN ignoran los hechos aquí mencionados. Los invito a que reflexionen sobre ello.

*Colaborador de El Diario de Hoy.