Carta a quienes piensan que la crisis es solo de lluvia y virus

descripción de la imagen
Paolo Luers / Foto EDH

Por Paolo Luers

2020-06-03 5:02:00

¿Por qué el presidente, en medio de la crisis del coronavirus, la cuarentena, el cierre de empresas y el desempleo, decidió echar gasolina al fuego con su anuncio que el país necesita una reforma del Estado y su Constitución y que él la va a conducir?

¿Por qué lanza este anuncio tan conflictivo? Lo lanza simplemente porque piensa que puede. Porque está en su naturaleza prepotente y megalómana. Él mismo da la explicación complementaria: Puedo crear un Nuevo Estado, porque tengo el apoyo del 97% de la población.

Aunque es bastante cuestionable la cifra del 97% (ni su socio Mitofsky ya se atreve a sostenerla, solo La Prensa Gráfica), sí es cierto que Bukele todavía tiene apoyo mayoritario en una población angustiada por la epidemia y cautiva de las consignas antipolíticas y populistas del presidente y sus seguidores.

El hecho de que su apoyo popular se mantiene incondicionalmente incluso en la crisis actual, le hace creer al presidente Bukele que tiene la legitimidad y la oportunidad de oro para transformar al Estado a su gusto.

Pero ahí hay un grave error de cálculo político: la gente apoya a Bukele por sus promesas populistas, por su discurso anticorrupción y porque ansiosamente busca cualquier liderazgo en tiempos de crisis. No hay ningún indicio que la gente lo apoya en sus diseños antidemocráticos de querer desarmar el Estado republicano con sus contrapesos al poder presidencial.

Manuel Hinds, en su columna publicada el día de ayer, titulada “El método detrás del caos”, concluyó de la siguiente forma: “Hay gente que puede creer, o pretende creer, que es pura coincidencia que el proceso que está llevando al país a la crisis más grande de su historia está alineado con ese otro proceso paralelo que lleva a la destrucción de la oposición y las instituciones democráticas. Y creen, o pretenden creer, que esos dos procesos no van directamente orientados a instalar una tiranía”.

Este es un señalamiento muy fuerte. Asume que detrás de lo que percibimos como improvisaciones e incapacidad del gobierno y como exabruptos de un gobernante con problemas psicológicos, opera un método sistemático de erosionar el Estado de derecho.

No vale la pena especular si realmente existe un plan estratégico y quién lo está diseñando y conduciendo. Lo que es obvio es que el resultado de todo este actuar del gobierno, sobre todo de su presidente, de facto está teniendo el resultado señalado por Manuel Hinds: un serio peligro para nuestra democracia, nuestras libertades y nuestros derechos.

Exista o no un “masterplan” y un “mastermind” detrás de todo esto, nosotros debemos desde ya organizar la defensa contra el intento de crear el tal Nuevo Estado.

Saludos, Paolo Luers