Carta a todos los encuarentenados en sus casas: Que no cunda el pánico 

descripción de la imagen
Foto EDH / Insy Mendoza

Por Paolo Lüers

2020-03-23 4:38:43

Tendría unas grandes ganas de escribir sobre algo que no esté relacionado con el coronavirus. Pero sobre qué, si aunque nosotros todavía no estamos contaminados físicamente, toda la vida está contaminada por la epidemia, por el miedo que causa, por las medidas que estamos tomando para contenerla. 

La política, la gobernanza, la economía, la vida social y cultural, el debate nacional, todo está 100% supeditado al tema coronavirus. El hecho que estemos confinados a nuestras casas nos hace pensar todo el tiempo en el virus, en la cuarentena, en el toque de queda, en nuestros amigos médicos o enfermeros, en los programas de rescate que diseñan los diferentes gobiernos. 

El presidente Nayib Bukele incluso declaró que el virus nos tiene en la Tercera Guerra Mundial. Como si los números apocalípticos que trató de explicarnos en su última cadena nacional no hubieran sido suficientes para provocar pánico. Si lo entendí bien, en la misma cadena nuestro presidente mencionó que tenía 9 noches de no dormir. Esto es peligroso, presidente. Yo lo sé de propia experiencia: luego de que me operaran de corazón, pasé semanas con insomnio y de repente comencé a alucinar… Cuidado, presidente, antes de hablar de escenarios apocalípticos y guerras mundiales, busque la forma de conciliar el sueño. Por favor.

Hoy la angustia de la gente encuarentenada en sus casas es que la PNC no vaya a detener (y luego meter por 30 días en un centro de contención y cuarentena) al familiar que salga a ir al súper o la farmacia. O al familiar que sale a trabajar en el mercado donde está autorizado que sigan vendiendo verduras o carnes. ¿Pero los policías o soldados desvelados van a reconocer la carta de acreditación que le dio su jefa, que es medio analfabeta y obviamente no tiene papel membretado de su puesto de venta?

En el caso de nuestra colonia, estamos preocupados por nuestros vigilantes. Ya decidimos pagarles el mes y mandarlos a su casa. Pero irían en moto, porque en bus les cuesta el doble de tiempo y además andan todo su salario. Pero hoy salió el jurídico de Casa Presidencial en conferencia diciendo que de ninguna manera pueden ir dos personas en una moto…

Muchas cosas simples de la vida cotidiana se han vuelto complicados y algunas hasta peligrosas. Yo sé que esto no es nada comparado a lo que viven los médicos y enfermeras en Italia. Pero tampoco hay razón de profundicemos las angustias de la gente. Las medidas que tome el gobierno para protegernos siempre nos van a causar incomodidades, es inevitable, porque necesariamente son medidas restrictivas.

Pero hay una línea entre restrictivo y represivo que no es necesario cruzar. En tiempos de emergencia, los ciudadanos apoyamos que el gobierno tenga competencias excepcionales para hacerle frente a la crisis. Pero cualquier gobierno al cual le hemos concedido poderes excepcionales tiene que saber manejarlos con prudencia, transparencia, y firmeza, pero nunca de manera represiva. Y un gobierno que hace poco cometió un atentado contra la independencia de la Asamblea Legislativa militarizando su sede tiene que tener un especial cuidado de mostrarle a sus ciudadanos que no abusará de los poderes especiales concedidos.

Los encuarentenados en nuestras casas debemos estar con cuidado de que no nos metan pánico. Y cuando termine vamos a hacer algunas fiestas alegres en el pasaje, en la colonia, en el centro.

Saludos, Paolo Lüers