Carta sobre la investigación de la investigación de la investigación

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El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y el presidente estadounidense Donald Trump. Fotos/AFP

Por Paolo Lüers

2019-05-13 7:16:15

Hagamos un ejercicio de lógica. Si hay indicios de que fiscales hayan utilizado métodos
ilegales para preparar acusaciones y conseguir condenas, hay que investigarlos y
apartarlos de los casos.

Si esto afecta a los casos, en el sentido de poner en peligro las condenas, no puede ser
razón para no investigar a las fiscales o de no apartarlos de los casos donde han
manipulado testimonios o pruebas.

“Ponen en peligro que se les caiga el ‘caso Corruptela’ por andar investigando y
cambiando fiscales” – con este grito al cielo denuncian que los favorecidos de esta serían
Luis Martínez, el ex fiscal general preso en Mariona; Enrique Rais, el empresario prófugo
en Suiza; y Mauricio Funes, el ex presidente asilado en Nicaragua. Ellos son los acusados
en este caso.

¡Momentito! La cuestión no es si se les cae una condena o no, la única cuestión relevante
es si hubo o no hubo ilegalidades en los procedimientos de la fiscalía – y la única manera
de saber es investigando a los fiscales al cargo del caso. Y a sus superiores, incluyendo el
entonces fiscal general Douglas Meléndez, porque hay fiscales que alegan que han sido
obligados a dar falsos testimonios. Acordémonos que el tal ‘caso Corruptela’ incluye las
irregularidades presuntamente cometidas por el entonces fiscal Luis Martínez para
favorecer a Rais y Funes. Y resulta que ahora aparecen indicios que esta investigación
sobre casos amañados también tuvo mañas.

Parece increíble: Al actual fiscal general Raúl Melara le toca investigar si bajo el mando
de su predecesor Douglas Meléndez se manipularon pruebas para comprobar que el fiscal
general anterior Luis Martínez había ordenado manipular juicios…

Si el nuevo fiscal general no logra que estas investigaciones internas se concluyan
apegadas a las leyes y de manera transparente, el daño para la institución fiscalía sería
irreparable. En cambio, si esta vez la fiscalía procede bien, se comprueba que estamos
avanzando en la lucha contra la corrupción judicial.

Lo que quiero decir es: Ir al fondo en estas investigaciones internas es mucho más
importante que el daño que esto podría causar al ‘caso Corruptela’. Y si de hecho, luego
de todo este desmadre, se perdiera este caso, la culpa la tendrán quienes han tratado de
ganarlo con métodos fuera de la ley y la ética – no quienes decidieron investigar, exhibir
y subsanar estas ilegalidades.

No entiendo la denuncia que FUNDE ha hecho contra la decisión del fiscal de investigar
las irregularidades. En cualquier policía y cualquier fiscalía se necesita que se investiguen
a los investigadores – y que se suspendan y castiguen al encontrarles irregularidades.

En el contexto de la actual investigación se reveló algo que parece insólito: Hay
testimonios de fiscales, quienes confesaron delitos, luego se hicieron ‘testigos criteriados’
de acusación contra su ex jefe Luis Martínez – y siguen ejerciendo como fiscales. No
puede ser.

Si estos fiscales/testigos realmente cometieron delitos, hay que apartarlos de la
fiscalía. Si no cometieron delitos, hay que castigar a los otros fiscales que los
obligaron a hacer confesiones y acusaciones falsas. Por esto es tan importante la
actual investigación interna – y habrá que ampliarla hacia un montón de otros casos
prominentes de las fiscalías de Martínez y Meléndez.

Saludos, Paolo Luers

Posdata: No, todo esto no es prueba de que estemos retrocediendo en la lucha contra la
corrupción, como muchos denuncian. Todo lo contrario, el hecho que hoy conocemos las
irregularidades es el primer paso a resolver el problema.