Carta a los amigos: No nos jodan con su “nueva normalidad” y su “nueva República”

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Paolo Lüers. Foto EDH/ archivo

Por Paolo Lüers

2021-01-01 2:49:07

Estimados amigos:

Pasar la medianoche del 31 de diciembre sin abrazar a familiares, amigos, vecinos y hasta extraños no es normal. Es una de tantas cosas que abonan a la calidad de vida que en el año de la epidemia dejamos de vivir.

Yo sí quiero que recuperemos la normalidad. No me jodan con su “nueva normalidad” que predican. Insisto en recuperar mi vida normal, así como fue cuando nos vino la epidemia, con la prevención permanente, el encierro, el miedo permanente al contagio, las máscaras, el maldito concepto del “distanciamiento social’. Todo esto fue necesario para sobrevivir la epidemia, y sigue siendo necesario hasta que todos estemos vacunados y el pinche virus ya no encuentre a quien joder.

Pero en cuanto se pueda, hay que regresar a la normalidad, a volver a abrazar a quien nos da la gana, a darle la mano a quien saludemos, a ir a fiestas, a vernos la cara y no sólo los ojos. Al carajo con la permanente prudencia, quiero volver a hacer locuras cuando me ronque la gana. 

¿Cuál “nueva normalidad” y para qué? Alguien nos quiere vacunar no sólo contra el virus, sino con un complejo de culpa de recuperar la calidad de vida, la vida social, la despreocupación. 

Y ya que hablamos de normalidad, también quiero recuperar una vida pública normal, sin la incertidumbre de no saber si estamos al punto de perder las libertades. Lo que estamos viviendo en términos políticos y electorales no es normal. No es normal el grado de división de la sociedad. Tampoco es normal que por opinar te insulten, amenacen, te quieran sacar del país o verte muerto. No es normal esta otra maldita prudencia que muchos guardan de mejor no opinar en público, de no meterse en política, de mejor adaptarse a la nueva realidad de un gobierno intolerante y autoritario.

Así que, así como nos tenemos que vacunar lo más rápido posible para salir de una vez por todas de este maldito miedo al contagio, y de esta antinatural necesidad del “distanciamiento social”, usemos las elecciones del 28 de febrero para salir de la incertidumbre política. Como dicen en inglés: Let’s get it over with… Definamos la cosa de una sola vez: Le damos el país a los hermanos Bukele, al clan Salgado, a los Walter Araujo y Peter Dumas, o mantenemos un equilibrio de poderes, con una Asamblea independiente y una oposición que sirva de contrapeso. 

El país necesita saber adónde va. Necesitamos recuperar la normalidad, en la vida cotidiana como en la política y la economía. Que no nos dejemos imponer ninguna “nueva normalidad” y ninguna “nueva República”. 

Feliz año 2021. Pero sólo será feliz si volvemos a lo normal.

Saludos, Paolo Lüers